El Vide Dressing se ha cerrado con un buen balance, ya que se han cumplido los dos objetivos principales. Como explica el consejero de Turismo, Comercio y Dinamización, Josep Maria Garrallà, “hay una parte de sostenibilidad, por el hecho de que la confección de la ropa es uno de los sectores más contaminantes. Este objetivo lo hemos cumplido con creces porque entre los dos fines de semana se ha conseguido alargar la vida de más de 15 mil artículos, entre los vendidos y los que se han dado a Carisma; Por otro lado, también hemos conseguido dinamizar el centro de la Masana durante dos fines de semana. Hemos podido ver mucha gente en las calles, restaurantes y terrazas”.
El Vide Dressing se ha convertido en un evento que la gente ya tiene en su calendario para poder comprar piezas únicas y a buen precio. Además, también hay un componente solidario, ya que muchas paradas dan sus ganancias a proyectos benéficos.
La directora de Turismo, Emma Jiménez, ha recordado que el mercado comenzó con pocas paradas y con un público poco acostumbrado a los productos de segunda mano y que a fuerza de insistir ahora hay mucho interés en la moda sostenible. Recordemos que ha habido un total de 160 estands, repartidos en dos fines de semana. Jiménez remarca que lo más destacado del mercado es que se pueden encontrar productos de todas las marcas y en buen estado. Además, también se da mucha importancia a la presentación de los productos, con unas paradas atractivas.
La mayor parte de ropa y complementos son de mujer, alrededor del 80%, pero cada vez hay más clientela masculina, por lo que desde la organización se anima a los hombres a montar parada. También tiene mucha salida la ropa infantil y juvenil.
Otro de los aspectos destacados es que todos los visitantes se llevan un mínimo de dos o tres piezas.
El Vide Dressing volverá en primavera, ya que cada año se hacen dos ediciones, durante las dos épocas de transición, ya sea hacia la ropa de invierno o hacia la ropa de verano.