Durante el año pasado, el Comú de la Massana encargó un diagnóstico de los recursos hídricos, con el objetivo de mejorar la eficiencia de la red de agua. El informe técnico evidenciaba la urgencia de llevar a cabo diversas acciones, que se han planificado en varias fases. La actuación más urgente, que consiste en detectar posibles fugas de agua, ya ha dado el pistoletazo de salida. Un técnico especialista en auscultación de redes está llevando a cabo un minucioso trabajo de detección de fugas a lo largo de los 65 kilómetros de tuberías, equipado con un geófono y un correlador. “Voy revisando toda la red para detectar fugas, un trabajo muy complejo y que requiere mucha precisión sobre todo aquí en la Massana debido a la alta presión del agua, que provoca mucho ruido en la tubería y dificulta la localización”, explica el experto, Jose Mompó.
La cónsul menor, Eva Sansa, sigue de cerca las tareas, “muy importantes para poder reparar posibles fugas y conseguir un ahorro de agua, sobre todo teniendo en cuenta que, según las previsiones, nos esperan unos meses de intensa sequía”.
Sansa afirma que aparte de esta acción y de otras previstas, como la sectorización de la red o la implantación de un sistema de telegestión, también es imprescindible racionalizar el consumo de agua tanto en lo que se refiere al consumo individual como de establecimientos turísticos y comerciales. “Debido a las altas temperaturas estamos teniendo un proceso de deshielo antes de tiempo y esto, sumado a la falta de lluvias, puede provocar una disminución destacada de los recursos hídricos”, remarca Sansa.
El plan de mejora de la red de agua se ha elaborado a quince años vista y contempla como gran inversión el desdoblamiento de la red, ya que actualmente está configurada con el sistema de espina de pez, con un único canal principal, con ramificaciones. Con el desdoblamiento se evitaría que cuando haya una incidencia importante afecte a toda la red.
