Los consejeros Demòcrates en el Comú de Escaldes-Engordany han alertado este lunes, en Consell de Comú, de las "dudas jurídicas" que plantea la modificación del POUP impulsada por la mayoría, que tiene como objetivo ganar y unir espacio público en la zona del Clot d'Emprivat. "La propuesta puede estar muy bien en el ámbito filosófico", ha manifestado el consejero naranja Miquel Aleix, "pero no tenemos claro que el planteamiento tenga la sustancia legal necesaria para que pueda funcionar", ha añadido. Por este motivo, se han abstenido en la votación.
Aleix ha querido reafirmar que "en ningún caso esta abstención indica que no estemos a favor de recuperar espacio público" y dar más esponjosidad a la zona, a través de una liberación del 50% del terreno y de modificaciones de la superficie construida, pero sin aumentar la altura máxima permitida. De hecho, y teniendo en cuenta que ahora el cambio al POUP pasa a exposición pública durante 60 días, el consejero naranja ha pedido a la mayoría que deje participar a los propietarios implicados y, a partir de aquí, "el Comú determine cómo se acaban desarrollando las islas". Si se llega a un acuerdo entre Comú, propietarios y también la CTU (Comisión Técnica de Urbanismo), "no tendremos ningún inconveniente en aprobarlo", ha garantizado.
Asimismo, Aleix ha pedido que, aunque es "loable" conseguir liberar un 50% del terreno, hay que tener cuidado de no vulnerar los derechos de la propiedad privada, reconocidos por ley y en la Constitución. También ha planteado que la propuesta que han sometido en Consell de Comú solo funcionaría en ciertas de las islas edificables.
Una nueva ordenación para el Madriu que resuelve un error
Otro de los puntos destacados del orden del día ha sido la aprobación de la nueva ordenación sobre la prohibición del acceso rodado al Valle del Madriu-Perafita-Claror, que "repara el olvido o el error" de la última aprobada el pasado mes de junio, y que no tenía en cuenta el territorio indiviso que comparten Escaldes-Engordany y Andorra la Vella. De hecho, este lunes se han aprobado dos ordenaciones: la que modifica la última y dejará acceder a vehículos del Comú de Andorra la Vella en situaciones excepcionales, y la que regula la prohibición del acceso rodado al territorio indiviso, la cual también aprobará el Comú de la capital.
Aleix ha planteado que, a pesar de que la ordenación de junio "era legítima", faltó diálogo con Andorra la Vella y quedó un "lapsus de territorio" con relación al compartido. "Si hubiera habido diálogo previo o más fluidez, habríamos podido alcanzar el resultado que hoy reparamos, con anterioridad", ha defendido. Desde la minoría naranja también han celebrado la voluntad de las dos corporaciones de empezar a establecer los límites territoriales entre parroquias.
Por otro lado, en el Consell de Comú también se ha votado la cesión de las plantas superiores del edificio de Caldea, mediante censo enfitéutico hasta el 2062, a la sociedad SEMTEE, para que lleve adelante el proyecto de un hotel en el termolúdico. Los consejeros Demòcrates han votado a favor y han defendido que, teniendo en cuenta sus particularidades y dimensiones, "no hará la competencia al resto de hoteles de la parroquia" y, además, será un complemento para el turismo y contribuirá a acoger "de más calidad".
No han votado a favor, en cambio, de la reforma de la planta 3 de Casa Comuna, ya que "no es prioritaria teniendo en cuenta el precio al que se adjudica, de 960.000 euros". Han recordado que se adjudicaron tres plantas del mismo inmueble por 770.000 euros. "Cuando se trata de dinero público y se tiene que hacer, se hace, pero si no, valdría la pena esperar y mirar si se puede hacer más adelante a menos coste", ha manifestado Aleix. En cambio, sí que es prioritaria la reforma del hogar de jubilados, motivo por el cual los consejeros de DA han votado a favor, a pesar de recordar que el retraso en las obras, de tres años, encarecerá un 30% el coste inicialmente previsto.
Finalmente, y en cuanto a la aprobación de la ejecución presupuestaria del primer trimestre de 2022, el consejero Demòcrata Jordi Vilanova ha celebrado "la buena salud económica" de la corporación, pero ha justificado la abstención porque "no compartimos el modelo de gestión de la mayoría".