Cerni Cairat: "Debemos establecer una política urbanística para llegar a la carga óptima, no a la máxima"

07 de diciembre de 2023 a las 09:43h

Después de su entrada en escena en las anteriores comunales y la victoria en las generales, Desperta Laurèdia busca "dar el paso" definitivo para obtener la mayoría. Cerni Cairat, su candidato a cónsul mayor, confía en sus propuestas, basadas en el pragmatismo con Naturland, las soluciones en la problemática de la vivienda, un nuevo modelo urbano o la negativa a que el vertedero de la Rabassa asuma las tierras de todo el país. Hablamos de ello en esta entrevista.

 

Su lema de campaña es ‘Demos el paso’. Después de irrumpir hace cuatro años y con la victoria en las generales, ¿es ahora o nunca?Va en este sentido. Ahora es el momento de obtener la mayoría y de revalidar nuestro proyecto de hace cuatro años que aún está vigente y que cuenta con un grupo humano cualificado y comprometido.

 

¿No cree que este paso sería más fácil de la mano de los socialdemócratas?Un plebiscito a dos listas facilitaría la victoria, pero creemos que es legítimo que cada uno se presente con sus propuestas y con su equipo humano. En este sentido, hemos considerado que era necesario que Desperta Laurèdia continuara haciendo su camino. Sobre todo, después de cuatro años de un Partido Socialdemócrata completamente ausente en la parroquia. Confiamos en nuestras propuestas.

 

Teniendo en cuenta que en otros lugares sí que hay candidaturas de consenso, ¿son tan diferentes el PS y Desperta Laurèdia?Puedo hablar de nuestro proyecto. Hace más de cinco años que está vigente. Hemos trabajado desde la oposición del común y, en ciertas cuestiones, nos hemos encontrado solos a la hora de defenderlas. Cada parroquia tiene su microcosmos político. Iremos a por todas en estas circunstancias.

 

Naturland es uno de los temas que más les ha diferenciado de la actual mayoría. ¿Cuál es su modelo?Hablando del precedente de Naturland, debemos entender que se desarrolló por parte de Unió Laurediana como un modelo de negocio que no era rentable, generaba repercusiones reputacionales negativas y con un modelo de masas que rehuimos. Había acumulado deudas importantes y nosotros defendíamos una reestructuración de la sociedad para que fuera sostenible y avanzara hacia un desarrollo de actividades más respetuosas con el entorno. Ha habido tesis, como el cierre del parque de animales, que nos criticaron, pero que se han acabado comprando.

En el futuro, Desperta debemos tomar un sentido de pragmatismo respecto a Naturland. El primer objetivo es que deje de costar recursos públicos. Al mismo tiempo, tirar hacia un modelo que priorice la calidad del servicio frente a la cantidad. Si no, no será asumible ambientalmente.

 

Según el Plan de Viabilidad, vamos en esta línea. ¿Se ha hecho un buen trabajo hasta ahora?Independientemente de las discrepancias puntuales, la situación ha mejorado. Continuaremos defendiendo el estricto cumplimiento del Plan de Viabilidad. No sería honesto no reconocer que el común está aportando menos dinero. El dinero público lo necesitamos para otras cosas como dar servicios públicos o generar actividad económica.

 

¿Plantear el cierre es ya una pantalla pasada?Creo que hay ciertas infraestructuras que quedarán obsoletas, porque al público no les atrae o porque están deterioradas. Aquello que vaya quedando obsoleto lo tendremos que renovar o cerrar. Iba en este sentido. Insisto, se nos ha criticado por ello, pero la dirección actual ha acabado entendiendo que el parque de animales se tenía que cerrar, cuando hace ocho años defendían que era la panacea.

 

Cuando surgió la propuesta de llevar la residencia al antiguo Hotel Pol, pidieron que se exploraran otros usos. Unió Laurediana plantea un espacio que no se circunscriba únicamente a la residencia. ¿Están de acuerdo?Inicialmente la mayoría comunal la preveía hacer sí o sí en el Prat Gran y nos opusimos. Posteriormente, el cónsul nos afirma que hay hasta cinco privados interesados y de repente desaparecen y el hotel Pol es la mejor opción. Ante este recorrido, pedimos prudencia para definir los usos del hotel Pol. Hacer una residencia universitaria nos parece bien, siempre que en paralelo crezca el número de estudiantes presenciales en la parroquia. Debe trabajar de la mano del Ministerio con un plan estratégico de enseñanza superior para que los estudiantes presenciales crezcan. No podemos avanzar únicamente con universidades a distancia.

 

¿Qué más se debería incluir?El proyecto de residencia que pueda englobar al mismo tiempo pisos de emancipación para los jóvenes nos parece adecuado. Vista la dimensión de este espacio, tampoco descartamos la posibilidad que planteaba la mayoría comunal de incluir otros espacios de emprendimiento o de uso social para el pueblo. Es un edificio suficientemente grande para tomar una decisión mesurada después de las elecciones.

 

¿Qué otras propuestas tienen para mejorar la situación de la vivienda?Durante el mandato, hemos desarrollado desde Desperta Laurèdia, con el apoyo posterior de la mayoría comunal, un proyecto para pisos con servicios para personas mayores. Debemos dar respuesta a la vivienda en todas las fases de la vida, pero aquellas que pueden tener un acceso más complicado son los pensionistas. Por eso, hemos desarrollado este modelo que retrase su ingreso a un sociosanitario.

Evidentemente, habrá que aumentar la oferta de vivienda asequible de alquiler y compraventa. No podemos dar la espalda a los privados que tienen terrenos o inmuebles en desuso. Las vías de colaboración pueden ser múltiples: participar en la copromoción de vivienda a precio accesible o adquirir terrenos o inmuebles en desuso para rehabilitarlos.

 

¿Cuáles son las claves de su posición sobre el crecimiento urbanístico en la parroquia?La capacidad de nuestros recursos naturales, de nuestras infraestructuras y de nuestros servicios públicos marcarán nuestro crecimiento urbanístico. Cuando entramos en el común, insistíamos mucho en decir que los planes de desarrollo urbanístico incorporaran la dimensión de la sostenibilidad. Finalmente, Gobierno ha impulsado con los comunes los planes de carga máxima parroquiales. Esto nos dará las herramientas para saber hasta dónde podemos crecer y cómo podemos crecer. Sant Julià no ha crecido tanto, pero también hay un límite de carga. Debemos establecer la política urbanística con visión para llegar a la carga óptima, no la máxima. Aquella que garantice los servicios públicos, la calidad de vida de la parroquia y sus recursos naturales.

 

¿Se podría dar la situación en que Sant Julià tenga que recibir la carga de otras parroquias?Puede suceder. Si parroquias como Canillo, Ordino u otras reducen las edificabilidades, podríamos recibir un boom constructivo. En el pasado ya hemos tenido uno. Cuanto antes integremos las dimensiones que comentaba, antes podremos definir un modelo de desarrollo más sostenible. Es ineludible una revisión de la ley general de ordenación del territorio y de urbanismo. Nuestros consejeros generales lo defenderán.

 

¿Qué gestión quieren del vertedero?Andorra tiene una crisis de vertederos de tierras causada por el crecimiento desmesurado. Gobierno pidió ayuda a los comunes y el único que se propuso para aportar una solución a nivel nacional es el de Sant Julià, el que menos ha crecido. A cambio, no piden nada para solucionar los impactos negativos que pueda tener un vertedero, como mejora y acondicionamiento de carreteras, o infraestructuras necesarias como el vial. Aquí hay un error de planteamiento del común.

En segundo lugar, también hay un error al plantear que el vertedero de la Rabassa sea prácticamente el único disponible en el futuro si el resto de comunes no aportan soluciones. Esto haría que se convirtiera en vertedero nacional de tierras. Cada parroquia debe aportar soluciones a su crecimiento urbanístico y la gestión de sus tierras. Es una zona ambientalmente sensible y donde reside una parte de la población. Necesitaremos vertederos de tierras, pero debe estar dimensionado a las posibilidades de crecimiento de Sant Julià y no a las del país.

 

Las otras candidaturas hablan de turismo, ¿cómo lo abordan ustedes?No hemos querido hablar tanto de turismo concretamente, sino de actividad económica en la parroquia. Los puntos de interés turístico en el ámbito comercial están fuera del núcleo urbano y ahora mismo no lo podemos cambiar. En cambio, tenemos un comercio especializado en el centro del pueblo que atrae visitantes. Aparte de esto, la mayoría de los comerciantes nos piden una mejora del entorno urbano y del aparcamiento. Queremos enfocar la dinamización comercial desde los problemas estructurales, que son estos que nos trasladan. La consecuencia será la generación de más puntos de interés.

 

¿Y si hablamos de turismo concretamente?Evidentemente, Naturland es un polo turístico que no está teniendo un retorno indirecto a Sant Julià más allá de algún hotel en la zona de la Rabassa. Se pueden desarrollar nuevas actividades vinculadas a respetar el entorno, como el turismo de autocaravana. Justamente, Sant Julià ya tiene un tejido comercial especializado en esto. Al mismo tiempo, otra prioridad es la creación con otras parroquias de un parque natural que englobe la zona de Claror, Perafita y la Vall del Madriu. Y, finalmente, la cuestión deportiva. Tenemos un entorno atractivo, pero no lo hemos sabido ni ordenar ni posicionar. Debemos ordenar bien los espacios y promocionar el ciclismo en ruta.

 

¿Qué es lo primero que pondría en marcha como cónsul mayor?Reconstruir la confianza entre el político y el trabajador público, que se ha roto este mandato y es el brazo ejecutor de cualquier decisión. Otra prioridad es empezar a dar una visión a largo plazo al modelo urbano de Sant Julià con reformas como la avenida Verge de Canòlich, la mejora del aparcamiento o el proyecto de Prat Gran. Son costosos, pero necesitan visión de largo plazo para que sean asumibles en el ámbito presupuestario. Finalmente, la cuestión de la vivienda. Es ineludible para cualquier candidatura. La financiación para los pisos con servicios o las conversaciones con los privados para entrar pisos al mercado serán una prioridad.