Canillo ha aprobado este jueves la revisión del POUPC, durante la sesión de Comú. Después del análisis de todas las alegaciones que han presentado los ciudadanos al plan, el Comú de Canillo ha realizado modificaciones, pero manteniendo los principales ejes sobre los que se basaba la revisión sometida a exposición pública el 9 de junio pasado: garantizar un crecimiento urbanístico ordenado y de calidad, preservar el patrimonio natural y cultural y facilitar el desarrollo de los núcleos urbanos existentes.
En este sentido, uno de los aspectos más relevantes de la actualización de este plan es la reducción del techo la edificabilidad en suelo urbanizable en un 57% de media. Esta apuesta se traduce en que la implantación de las edificaciones sea ordenada: desde una mayor densidad en los núcleos más habitados, a una de menor, a medida que nos alejamos de estos. Para conseguir este punto se han creado cinco categorías de suelo urbanizable (claves urbanísticas). Así, a medida que las unidades de actuación se alejan de núcleos urbanos y se sitúan más en zonas de mayor preservación natural y patrimonial, se modifican los parámetros. En esta línea, se establece una clave de máxima protección a diferentes zonas como la Vall de Mereig, la Vall de Montaup, la Vall del Riu y l'Armiana, la Vall de la Coma y Entor, y la Vall d'Incles.
En cuanto a las alegaciones, los cónsules, los consejeros de la mayoría de la comisión de urbanismo, los técnicos del departamento y los asesores externos (en total un equipo de 8 a los que se añaden los técnicos de Engitec) se han volcado desde mediados de agosto en la revisión de las 195 alegaciones presentadas para darles respuesta. En total, se han efectuado 38 reuniones de trabajo, a las cuales hay que añadir las 114 visitas de ciudadanos que el equipo del departamento de urbanismo atendió a lo largo de todo el período de exposición pública. En total se han dedicado más de 1.000 horas en esta fase de revisión y valoración.
En relación a las 195 alegaciones, el 50% se han resuelto favorablemente de manera total o parcialmente; mientras que el 32% desfavorablemente. El resto de las solicitudes o bien han sido objeto sólo de aclaraciones (14%), o bien han sido aspectos que no entraban dentro del marco de la revisión del plan de urbanismo (4%).
Las tres demandas más habituales por parte de los alegantes han sido un cambio de clasificación hacia más edificabilidad de sus parcelas (46%), un cambio de delimitación de la unidad de actuación en la que se sitúan sus parcelas (32%) o mejoras en la vialidad de la parroquia a nivel general o de acceso a las unidades de actuación donde se sitúan sus parcelas (19%).
Las mejoras más destacables que se han llevado a cabo a consecuencia de las demandas hechas en las alegaciones han sido en relación a la superficie edificable. Así, se ha añadido la posibilidad de implementar edificaciones a través de la ordenación volumétrica en todas las claves. Otras mejoras que se han incorporado son la delimitación de 20 metros lineales máximo de fachada y separación entre edificios de 6 m en el casco antiguo, la adaptación de los revestimientos de las fachadas a la tipología de cada clave, la eliminación del uso de la losa en fachadas, la mejora del procedimiento para ejecutar un vial en el caso de que sea compartido por dos unidad y la protección de los caminos de la parroquia cuando el Comú lo considere.
Por otro lado las alegaciones hechas en período de exposición pública también han permitido introducir cambios en la delimitación de las unidades de actuación. En este sentido, se han introducido 55 modificaciones, de las cuales 17 en unidades de actuación en suelo urbano y 38 modificaciones en suelo urbanizable: 10 cambios de clasificación, 10 divisiones, 5 uniones, 4 modificaciones de límites y 9 modificaciones de accesos a las unidades de actuación.
Cabe destacar también que el Comú ha desestimado llevar a cabo el nuevo vial en el núcleo urbano de Canillo que conecta la parte alta con la carretera CG-2. Una vez valorados por parte del equipo redactor los argumentos aportados por los propietarios de la zona, se ha optado por sustituir dicho vial incrementando la anchura de otras calles ya existentes que conectan con la parte alta del casco antiguo de Canillo.
Los próximos pasos consistirán en el envío de la documentación del POUPC al Gobierno de Andorra para su revisión. Además, en los dos meses siguientes se comunicará la decisión tomada a cada alegante.