La plataforma andorrana Andrail ha defendido la viabilidad de conectar el país con España o Francia a través del transporte ferroviario, durante el último capítulo del programa 'A l'Alça'. Según Sebastià Mijares, portavoz de AndRail, el tren no solo facilitaría la movilidad y daría más opciones a los visitantes, sino que también permitiría reducir la emisión de gases contaminantes de los coches. La conexión se podría hacer tanto por Francia como por España, con "un ramal principalmente por superficie desde el entorno de Queixans, en la Cerdanya española, siguiendo los valles fluviales y hasta el sur del país. O bien si quisiéramos ir a buscar el ramal a la parte norte del país a la red francesa, posiblemente alrededor de Portà, en el entorno del Pimorent, con un túnel que rondaría los 18-20 kilómetros y que iría cerca de Encamp o Canillo", ha detallado. Habría una tercera posibilidad soñada que sería la de conectar Andorra con la alta velocidad española a través de la estación de Lleida, pero es la alternativa más complicada por infraestructura e inversión. Y en cualquier caso, aún quedaría por decidir qué porcentaje del presupuesto asumiría cada parte implicada.
Desde AndRail no creen que la asociación deba pronunciarse sobre cómo se debería hacer el presupuesto y qué porcentaje correspondería a cada parte implicada, pero Mijades recuerda que "el Banco Europeo de Inversiones y otros organismos similares aportan liquidez a este tipo de proyectos mediante préstamos de bajo interés a administraciones públicas. Es una fuente perfecta". Estudios realizados por entidades especializadas en proyectos ferroviarios calculan que la conexión con España costaría unos 250 millones de euros, mientras que la francesa superaría los 600 millones. Cifras elevadas que a largo plazo acabarían teniendo su retorno económico y medioambiental.
En un país con 200 coches por kilómetro cuadrado es normal que muchos se hagan las mismas preguntas que la plataforma AndRail. El tren daría respuesta a retos como la Agenda 2030 o la emergencia climática, y permitiría descongestionar la entrada de turismo por carretera. "En general, un tren de larga distancia no lleva menos de 200-300 pasajeros. Incluso con eso, con 4-6 circulaciones al día, ya superamos el medio millón de pasajeros de capacidad al año. Allí donde ha llegado el ferrocarril, donde había una enorme presión de viajeros, y ha llegado en condiciones adecuadas, ha permitido reducir el número de viajes en coche que se han efectuado; por ejemplo, la alta velocidad Madrid-Barcelona, el gran corredor de alta velocidad en España, ha permitido reducir una parte importante del tráfico viario", ha recalcado el portavoz de Andrail, que durante su entrevista en 'A l'Alça' ha enumerado varios países similares al nuestro que tienen eje ferroviario, como Suiza, Liechtenstein, Mónaco y Luxemburgo.
