La comuna de Andorra la Vella ha aprobado este martes una suspensión de la construcción mientras se lleva a cabo la revisión del plan de urbanismo. Así se ha aprobado en sesión de consejo de común, un punto que ha contado con el apoyo de la oposición. Tal y como ha explicado el cónsul mayor, Sergi González, esta decisión se ha tomado ante "la crisis profunda de la vivienda" que vive el país y responde a "un objetivo bien claro: Queremos que los ciudadanos puedan vivir en nuestra parroquia". En rueda de prensa posterior a la sesión de consejo de común, desde la mayoría se ha detallado más esta parada de licencias, que afectarán a la parcelación de terrenos y nuevas urbanizaciones, según el artículo 90 de la ley de ordenación del territorio. Así, se detiene el desarrollo de unidades de actuación, de planes parciales y nuevas urbanizaciones y se podrá continuar haciendo construcciones en suelo urbano consolidado que ya estaban entradas y obras mayores y menores en edificios ya existentes. Esta moratoria se alargará un año, el tiempo que la comuna se marca para hacer "una reflexión de futuro", según ha puesto de relieve González, que ha manifestado que este análisis se llevará a cabo con todo el mundo y ya ha anunciado que se escucharán expertos y la ciudadanía, entre otros.
González ha puesto de relieve que con los resultados del estudio de carga en la mano y otras reflexiones que se han llevado a cabo estos seis meses se ha visto que es "el momento de ver qué parroquia queremos" y ha concluido que lo que hace falta es una "parroquia desestresada" motivo por el que se ha tomado la decisión de suspender temporalmente las licencias,mientras se lleva a cabo un análisis más profundo para "evaluar detenidamente" todo un seguir "de acciones de presente pensando en el futuro". De esta manera, está previsto que esta moratoria se alargue durante un plazo de un año, que sería cuando la comuna prevé que se pueda culminar el trabajo de revisión del plan de urbanismo.
¿Cuál es la situación actual? González, acompañado del consejero de Transformación Digital, Sostenibilidad y Vivienda, Marc Torrent, han explicado que el actual plan de urbanismo, si se acabara ejecutando al 100% podría llegar a un total de 50.000 habitantes y han concretado que hay disponibles cuatro millones de metros cuadrados edificables. La intención es, por tanto, frenar de alguna manera esta edificabilidad.El mandatario comunal ha agradecido al resto de consejeros comunales que no haya trascendido esta voluntad de moratoria, para evitar el efecto llamada. De hecho, González también ha manifestado que el anuncio en otras parroquias había provocado que promotores de edificios de alto 'standing' hubieran acudido a Andorra la Vella a interesarse por entrar proyectos. Cuestionado sobre cuántos de ellos podrían quedar ahora, de momento, en el cajón, el cónsul mayor ha detallado que unos 10-15 en total podrían quedar parados, cuyo "60%" podrían venir de este efecto llamada de otras parroquias y un 50% de los cuales serían de alto 'standing'. Y también preguntado sobre la posibilidad de que se pueda seguir el ejemplo de la Massana que inicialmente aprobó una moratoria que no afectaba al suelo urbano consolidado y finalmente ha incluido esta modalidad en la suspensión, Torrent ha respondido que Andorra la Vella opta por aplicar el artículo 90 de la ley, a lo que,el cónsul mayor ha añadido que "ahora" es el momento de "reflexión de qué modelo de parroquia queremos, de hacia dónde queremos ir". Y sobre la reacción de los propietarios, ha manifestado que incluso algunos tienen "enojo" de la parroquia del pasado.Desde la mayoría se ha querido incidir en que si la parroquia llegara a los 50.000 habitantes (actualmente son la mitad) se podría llegar a "un punto muy crítico" en la depuración de aguas o a uno crítico en el abastecimiento de agua potable y la red viaria. De hecho, Torrent ha manifestado que lo que ven los ciudadanos ahora es "incertidumbre, falta de planificación, improvisación, un modelo pensado en el turismo" y una "falta de modelo de país". Y el cónsul mayor ha apelado a un trabajo también conjunto con el resto de parroquias del valle central y también con el Gobierno.Desde la oposición, que han estado a favor de la moratoria, se ha querido puntualizar que en los últimos años haya habido "falta de planificación". Así, David Astrié, ha destacado que se han hecho acciones como la separativa o grandes inversiones en la red de agua potable y que ahora lo que tocaba era "poner el acento en la construcción". De este modo, ha defendido que ahora hay "todos los ingredientes a favor para poder revisar el POUP como es debido" y hacerlo sobre "criterios de sostenibilidad, crecimiento controlado, recursos hídricos y los impactos sobre los servicios públicos", y también sobre "el medio ambiente, el entorno y la biodiversidad". "Es verdad que ahora toca una reflexión profunda", ha remarcado, defendiendo el voto favorable, ya que este año tocaba la revisión del plan de urbanismo y es evidente que había que detener la construcción mientras se lleva a cabo, según ha defendido el consejero de Demócratas, + SDP + Indepedentes.