Albert Moles: “En 2023 Andorra dispondrá de una red capaz de absorber la demanda para la transición energética y la descarbonización”

28 de febrero de 2023 a las 16:49h

FEDA (Forces Elèctriques d'Andorra) es el principal distribuidor de energía eléctrica en el Principado. Está formada por capital público y es la encargada de la importación, generación y suministro de la electricidad en el país Andorrano.

En un momento en el que se habla de una crisis energética sin precedentes, vuela la amenaza de un futuro incierto a nivel económico, afectando también a las fuentes energéticas que se comercializan en los distintos países y teniendo en cuenta que la climatología tampoco ayuda porque no llueve, aclarar unos cuantos temas y aspectos sobre la electricidad es una buena idea.

Por eso hemos preguntado a Albert Moles, Director General de FEDA, cuál es el futuro que nos espera y cómo ve el mañana más inmediato a nivel energético. Nos ha concedido esta entrevista en exclusiva para La Ciutat.

 

Según su propio balance, que usted mismo publicó, FEDA perdió unos 20 millones de euros en el ejercicio 2022. ¿Las previsiones para 2023 son un poco mejores?Afrontamos el 2023 con mejores perspectivas de las que teníamos hace unos meses. El 2022 ha sido un año de gran volatilidad de los precios de la energía; los precios en los mercados han superado ampliamente las peores expectativas que podíamos prever hace unos años. Hemos tenido que hacer una gestión que nos permita afrontar los riesgos de restricciones de suministro. El balance económico ha sido negativo porque se ha preservado el diferencial tarifario que nos hace tan competitivos respecto a los países del entorno, a pesar de la dependencia de la importación de electricidad a precios disparados. Y se ha protegido tanto a las empresas como a los clientes particulares de estas subidas exageradas.

Estamos logrando avances para encarar el 2023 y, lo que es más importante, los años siguientes, con mejores perspectivas. Es la misma visión a largo plazo que hemos demostrado en los últimos años. Los  contratos de compra de energía a largo plazo nos han permitido ahorrar cerca de 57 millones de euros. Además, la apuesta por las redes de calor (las cuales han limitado el incremento de la calefacción eléctrica), la red eléctrica de alta tensión (que ha permitido que en los momentos en que ha habido restricciones de suministro por el lado español los clientes no las hayan sufrido gracias a la conexión por Francia) y las finanzas saneadas de la entidad han sido otros puntos clave. Por ejemplo, es importante destacar que tenemos, aún hoy, un ratio de endeudamiento muy bajo.

 

¿Cómo se afronta un nuevo ejercicio con -20MEUR?Seguimos fomentando el ahorro energético, porque reduciendo la cantidad de energía importada ganamos todos. Pero además, así damos más pasos hacia un futuro sostenible. Hemos inaugurado el parque solar de Grau Roig, hemos puesto en marcha la red de frío y calor de Escaldes-Engordany y fomentamos el autoconsumo, por ejemplo con instalaciones fotovoltaicas, todo con la intención de garantizar la sostenibilidad a largo plazo, que es lo que requiere la gestión del sistema eléctrico. Esto nos permitirá afrontar los proyectos necesarios en un ámbito más estructural, que aumenten nuestra autosuficiencia y desarrollen la transición energética para reducir las emisiones de CO₂.

Hemos hecho un esfuerzo para mantener nuestra capacidad inversora, con unas finanzas saneadas, como he dicho, para poder continuar los proyectos de digitalización, interconexión con los vecinos europeos, y de aumento de la producción nacional con energías renovables. En CTRASA, ya integrada en el grupo, queremos desarrollar la eficiencia del centro de valorización para aprovechar esta energía y con las demás filiales seguir acompañando la movilidad sostenible y desplegando redes de calor, eficientes y más sostenibles que los sistemas individuales o basados ​​en energías fósiles.

Todos estos elementos deben asegurar a la vez la economía de la compañía. Sin embargo, afrontamos el ejercicio esforzándonos por hacer la mejor gestión posible ante un escenario de muchas incertidumbres en el aspecto económico.

 

Cuando hablamos de red eléctrica siempre hay que estar haciendo trabajos de ampliación, mantenimiento, es decir, inversiones y más inversiones. ¿Cuáles son las más importantes que ha hecho hasta ahora y qué otras tiene previstas para 2023?Como he mencionado, en 2022 se ha inaugurado el parque solar de Grau Roig y la red de frío y calor de Escaldes-Engordany. También se ha avanzado en la línea de alta tensión que debe mejorar la red de todo el país y la interconexión con Francia. Se han terminado las obras de la Estación Transformadora y Repartidora de la Gonarda, una estación puntera, eficiente, segura... Aparte de muchos otros proyectos y otras inversiones que mejorarán la gestión y digitalización del sistema eléctrico de transporte y de distribución en Andorra en los próximos años.

En los próximos meses, la puesta en marcha de la ETR de la Gonarda y la finalización de la línea de alta tensión entre Encamp y Grau Roig serán claves. Esta red, que actualmente ya tiene un papel fundamental para garantizar el suministro en momentos de cortes o averías en uno de los dos lados desde donde importamos electricidad, aún tendrá más en el futuro, con el incremento de la demanda eléctrica y el auge de las nuevas fuentes de producción renovables. Por ello, la construcción de la línea de alta tensión entre Encamp y Grau Roig, que se está llevando a cabo, y la futura renovación de la interconexión con España que se ha proyectado son inversiones importantes. También seguiremos trabajando en el proyecto del parque eólico en el pico del Maià, junto con las administraciones.

Y en este aspecto. Lo más importante es que Andorra dispone de una red dimensionada ahora y dispondrá, a finales de 2023, de una red eléctrica capaz de absorber el crecimiento de demanda derivado del desarrollo económico del país y de la transición energética para la descarbonización de la sociedad.

 

¿La situación económica actual, puede hacer peligrar estas inversiones?No, mantener la capacidad inversora de FEDA es clave para el futuro del país y así lo hemos querido garantizar, protegiendo a los consumidores y contando con el apoyo del Gobierno de Andorra. Además, como ya hemos dicho somos una empresa muy poco endeudada y con unas cuentas saneadas. Sin embargo, la volatilidad de los mercados nos ha condicionado últimamente, pero hemos trabajado para minimizar este impacto.

 

Hablando de energía, nos encontramos en una situación altamente complicada a causa de su precio, una situación que se ve agravada por la Guerra de Ucrania. ¿En qué punto se encuentra FEDA ahora?El contexto ha traído un riesgo que aún existe. Más allá de los precios desorbitados, la falta de gas ha provocado también la posibilidad de desconexiones temporales en toda Europa. FEDA trabaja para gestionar estos riesgos, para que afecten al país, sus empresas y ciudadanos de la menor manera posible.

La situación ha mejorado bastante pero aún es inaplazable el ahorro. Hemos interiorizado algunas acciones en este sentido y será importante que el crecimiento económico siga acompañado de estos hábitos de consumo más responsables.

 

La premisa desde todas las instituciones es que se procure el ahorro energético tanto por parte de particulares como de empresas. ¿Cree que el riesgo de lo que se había hablado, de la posibilidad de cortes eléctricos, ya ha pasado? ¿Qué medidas se toman desde FEDA para que esto no ocurra?A medida que se acerca el final del invierno se reduce el riesgo de cortes para esta temporada porque además ha habido mejoras importantes en Francia y el ahorro energético en nuestros países vecinos también ha tenido un efecto positivo. No obstante, el riesgo no desaparece y la problemática de escasez energética se puede repetir el invierno que viene. Por eso no podemos bajar la guardia.

FEDA ha trabajado con planificación y gestión y este año ha elaborado un plan de contingencia para afrontar estas posibles situaciones. También, por ejemplo, el Gobierno ha firmado últimamente una ampliación del convenio de colaboración con EDF que profundiza en favor de la transición energética y abre nuevas vías de colaboración. La interconexión con nuestros vecinos, la eficiencia, el ahorro y la inversión en la transición energética son medidas para reducir las posibilidades de cortes eléctricos provocados por la coyuntura actual y a largo plazo.

 

El Principado de Andorra, que en este momento está en plena temporada alta gracias al turismo de invierno y los esquiadores, por tanto, con los servicios funcionando a toda máquina, las pistas de esquí, las tiendas, los hoteles, ¿cómo se plantea la gestión de un consumo responsable de electricidad?Se ha hablado con todos los actores implicados, empresas, representantes sociales, políticos... Creemos que lo tienen en cuenta. Sólo hay que ver que, cada vez más, incluyen la sostenibilidad como uno de los valores. Para FEDA es un pilar de la empresa.

Para que haya una reducción de consumo hay muchos factores a tener en cuenta, como las temperaturas, que son altamente determinantes en un país como el nuestro, o la actividad económica. El ahorro no es sólo gastar menos electricidad, es poder mantener la actividad económica o hacerla crecer, gastando menos energía. Cada vez más actores están focalizados en ello.

 

Una de las grandes noticias, que preocupaba y mucho a todo el mundo, era el incremento y las fluctuaciones al alza del precio de la electricidad. ¿Está previsto incrementar de nuevo el precio de las tarifas? ¿Se pueden hacer previsiones a corto-medio plazo?Es precipitado hacer previsiones porque es evidente que estamos inmersos en un período de volatilidad. Se han aplicado acciones cuando había que hacerlo y este año ha empezado mejor que el año pasado. De cualquier modo la aprobación de los cambios tarifarios corresponderá al Gobierno y son los mismos para todas las distribuidoras de Andorra. Sin embargo, compartimos la visión de que son decisiones y medidas que se deben ir valorando paralelamente a la evolución de la coyuntura y que la prudencia es importante.

 

En cuanto a las energías renovables, FEDA hace un cierto tiempo que pide un parque eólico. ¿Cómo está el tema?

FEDA tiene como objetivo impulsar la reducción de las emisiones de CO₂ y a la vez debe seguir aumentando la producción de energía eléctrica en el Principado para reducir la dependencia del exterior. Así, durante los últimos años se han empezado a analizar las posibilidades de invertir en nuevas fuentes de producción de energía renovable y se ha detectado que la ubicación del Pic del Maià podría ser favorable para un parque eólico. La fase de estudios previos ha generado resultados muy satisfactorios y desde FEDA creemos que es completamente viable. Un proyecto de esta envergadura, sin embargo, requiere de un tiempo para que las administraciones determinen cómo se puede encajar en la planificación y prioridades.

 

En cuanto a la conexión con España, ¿en qué punto está esta cuestión?

España incluyó esta línea en la planificación energética 2021-2026, de lo cual nos alegramos. Estamos hablando de proyectos de gran envergadura que no se resuelven en pocos meses. Pero esta interconexión permitirá garantizar que se puede asumir el crecimiento de la demanda eléctrica que se prevé para los próximos años debido al crecimiento económico y la descarbonización de la energía.

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