El Consejo de Ministros ha aprobado este miércoles, a propuesta del titular de Salud, Joan Martínez Benazet, la aprobación de la tarifa para la realización de TMA y tests rápidos de antígeno (TRA), aplicable a partir del 16 de agosto.
El ministro de Salud ha defendido que la decisión se toma una vez que el porcentaje de población vacunable con la pauta completa ya es del 50% y que seguirá ampliándose en las próximas semanas. Además, ha proseguido Martínez Benazet, la demanda de pruebas diagnósticas y tests rápidos fuera del marco de la salud pública –para viajar, por ejemplo– sigue creciendo.
Por este motivo, el ministro ha expuesto que a partir de esta fecha se mantendrá la gratuidad de las pruebas que se realicen con el fin de diagnosticar casos donde haya sospecha de infección (requerirán de una receta médica), control de contactos indicado por el ministerio de Salud o vigilancia de la infección (cribados marcados específicamente por el ministerio de Salud). Para el resto de casos, es decir, los que se hagan fuera del marco de la salud pública, pasarán a tener un coste para el usuario.
Así, el Ejecutivo ha aprobado que el coste de la prueba TMA sea de 40 euros y el del test rápido de antígeno, de 8. El precio incluye la realización de la prueba y la entrega de los resultados correspondientes por medios telemáticos o en papel.
