Así lo ha manifestado esta mañana el director de Andorra Turisme, Betim Budzaku, durante la presentación de la campaña de comunicación que, de hecho, hoy se pone ya en marcha en España y Francia.
La promoción de Andorra como destino turístico de invierno comienza con "un cierto optimismo", ha declarado, pero al ser preguntado sobre si el objetivo de este año es llegar a cifras de visitantes de antes de la pandemia ha sido muy claro: "no hay un objetivo concreto, es exagerado creer que se llegará a las cifras de 2019 a día de hoy, si me lo hubieran pedido hace dos semanas hubiera dicho que este era el objetivo pero la situación ha cambiado radicalmente". En este sentido, ha recordado que "sería fácil" hacer una previsión con "cifras astronómicas", dado que el invierno pasado no hubo temporada "porque estaba todo bloqueado".
Ahora bien, la intención es hacer "una campaña muy completa y larga" que en el caso de España y Francia se alargará hasta el 30 de marzo y que quiere llegar a 14 países. Este año cuenta con un presupuesto de 3.890.000 euros, con la ventaja, ha recalcado Budzaku en varias ocasiones, de que si no se puede activar no se tendrán que hacer efectivos los dineros. Así ha recordado que el año pasado el presupuesto era de tres millones, pero solo se gastaron 20.000 euros. También ha querido explicar que se ha preparado "con mucha ilusión pero también con mucho respeto", aunque la llegada de visitantes "no depende de la campaña, sino de un virus", ha matizado.
Por su parte, el ministro de Turismo, Jordi Torres, ha señalado que se encara la temporada de invierno "con mucho respeto vista la situación sanitaria". En relación a esto, ha aprovechado para defender que el Gobierno ha tomado las medidas sanitarias adecuadas para el momento actual y ha recordado que con el pasaporte sanitario "daremos seguridad a la gente que nos visita y a la gente del país". "Andorra es un país seguro y hemos podido hacer un buen verano, aun así somos muy prudentes", ha afirmado el ministro, que ha querido remarcar, sin embargo, que la campaña de invierno se ha preparado para tener "el máximo de afluencia de gente". Eso, sí, no ha querido hacer previsiones de cifras de visitantes pero aunque las cifras fueran un poco inferiores a las de 2019 se darían por satisfechos, "pero queda pendiente de cómo evoluciona todo".
Para publicitar la obligatoriedad del pasaporte Covid para acceder a ciertos establecimientos, Torres ha explicado que se empezarán a hacer cápsulas informativas para explicarlo, también se comunicará a los turoperadores, y al sector privado ya se les ha comunicado y ellos, a su vez, tendrán que hacer pedagogía de las medidas Covid. El ministro cree que a estas alturas todo el mundo está preparado y predispuesto a averiguar cuáles son las medidas sanitarias que se aplican en cada país y "pienso que la gente llegará aquí bien informada".
Preguntado sobre si el Gobierno tiene un plan B si la Covid pusiera mucha presión, el ministro ha respondido que de momento el plan que tienen se va adaptando en función de las circunstancias y de la tasa de incidencia. "La vacunación en Andorra es alta y en los países vecinos, también y esto puede dar más garantías de que los turistas puedan venir", ha concluido.