El comú de Andorra la Vella ha aprobado este lunes por unanimidad una normativa para controlar las colas de los establecimientos mediáticos. Tal como ha explicado el consejero de circulación y aparcamientos, Xavier Surana, durante la sesión de comú, a partir de ahora se deberá dejar "1,50 metros de acera libre" para el paso de peatones y "solo en casos excepcionales un mínimo de 0,90 metros". De no cumplirse, "la ordenación prevé multas entre los 500 y los 3.000 euros" y, en caso de riesgo grave para la seguridad, "el comú puede llegar a proponer al Gobierno la suspensión temporal de la actividad", ha explicado.
De igual forma, Surana ha destacado que "la ordenación deja claro que la gestión de la cola es responsabilidad del establecimiento". Esto significa que, si es necesario, el comercio "tendrá que delimitar físicamente el espacio de la cola, poner personal para ordenar el acceso y presentar un plan de gestión de colas cuando el común lo requiera".
En este sentido, Surana ha recordado que "esta ordenación no va contra ningún establecimiento en concreto", aunque "es cierto que hay casos conocidos por todos", refiriéndose, entre otros, a la conocida Crepería de la Rotonda. "Nosotros hemos tenido una conversación con él, pero para informarle de que salía esta ordenación y que, por lo tanto, se aplicaría", ha añadido.
Finalmente, Surana también ha dejado claro que "el deseo del común no es ni imponer sanciones ni cerrar establecimientos, pero debemos tener una ordenación que dé apoyo a nuestras actuaciones de manera legal".
La oposición vota a favor
Desde la minoría comunal, el consejero Miquel Canturri ha afirmado que "yo no he ido nunca", refiriéndose a este negocio, pero "pienso que no es algo que nos aporte nada, más bien al contrario". "Yo tengo un niño de catorce años y no me gustaría ni que fueran a insultar, ni que lo insultaran", ha explicado.
En este sentido, el consejero celebra que el común "haya cogido, como se dice popularmente, el 'toro por los cuernos'" y que "verdaderamente se actúe", ya que "es un lugar de peligro". "Es un espacio transitado", donde pasa mucha gente, muchos peatones, que van de la parte baja de la Avenida Meritxell a la parte alta de la Avenida Meritxell", ha aclarado.
Canturri también entiende que "los utensilios" para revertir la situación "están ahí". "Tenemos un cuerpo de circulación que pueden actuar en casos como este", ha concluido.