El Punto de Información a la Mujer (PID) de la Asociación de Mujeres de Andorra (ADA) ha atendido, desde comienzos de año, a un total de 31 mujeres. Se trata de una cifra destacable si se compara con los 81 casos gestionados durante todo el año pasado. En cuanto a las principales problemáticas detectadas este 2025, la responsable del PID, Elvira Geli, señala que la vivienda sigue siendo una de las preocupaciones más recurrentes. Buena parte de los casos están vinculados a procesos de separación, en los que muchas mujeres se encuentran desorientadas y con pocos recursos para afrontar la situación. No saben por dónde empezar, no pueden asumir el coste de un abogado, quieren iniciar una mediación o se encuentran atrapadas en situaciones en las que ninguna de las dos partes quiere abandonar el domicilio compartido. En otros casos, se trata de pisos puestos a la venta, pero ninguno de los miembros de la pareja puede asumir en solitario la hipoteca, y tampoco encuentran alternativas de vivienda asequibles para poder hacer vida por separado. "Sobre todo es gente que hace poco que ha llegado al país y que se quiere separar. Se les explica cómo deben actuar: cómo buscar un abogado, cómo funciona la mediación o cómo solicitar un abogado de oficio" puntualiza Geli. El PID ofrece asesoramiento jurídico gratuito para consultas puntuales. Si el caso requiere un seguimiento más largo o la intervención directa de un abogado, se les informa sobre cómo acceder a la asistencia jurídica gratuita y, si pueden permitirse un abogado privado, se las orienta para encontrar lo más adecuado. En casos específicos, también se hace derivación directa al Colegio de Abogados. Además, una de las nuevas problemáticas detectadas este año ha sido la del reagrupamiento familiar, un ámbito en el que el PID ha intervenido en dos casos. Paralelamente, desde la ADA también se han atendido situaciones relacionadas con pensiones muy bajas, especialmente de mujeres jubiladas que perciben entre 250 y 400 euros mensuales y que viven con grandes dificultades económicas. En el ámbito de la violencia de género, Geli alerta de que se han detectado casos diversos: desde malos tratos en parejas en proceso de separación o ya separadas, hasta situaciones graves de acoso sexual o, incluso, agresiones dentro de la pareja o por parte de amistades, especialmente entre jóvenes de entre 18 y 22 años. También se han identificado casos de violencia dentro del ámbito laboral. Además, desde el PID se pone el foco en un fenómeno a menudo silenciado: situaciones de violencia ejercida por adolescentes hacia las madres, especialmente en familias separadas. Según Geli, se trata de casos en que los hijos o hijas, en plena adolescencia, adoptan actitudes de desprecio, insultos y maltrato psicológico hacia la madre. Una realidad que a menudo se banaliza, pero que también hay que visibilizar como una forma de violencia."En cuanto al aumento de la presencia de casos de acoso laboral, nos venden mujeres que explican que reciben amenazas en el trabajo y nosotros las asesoramos para que recopilen pruebas. Si es necesario, las acompañamos a presentar denuncia o les explicamos que pueden contactar con Inspección de Trabajo" explica Geli. A pesar del esfuerzo constante del servicio, reconoce que a menudo las profesionales del PID —que están disponibles todos los jueves de 16.30 a 20.30 h, y también por teléfono los 365 días del año— sienten impotencia ante casos especialmente complejos, por la falta de recursos para dar una respuesta completa a todas las necesidades. El PID es un servicio gratuito, confidencial y abierto a todas las mujeres que lo necesiten, con el objetivo de ofrecer apoyo, orientación y acompañamiento en situaciones de vulnerabilidad o violencia desde una mirada respetuosa con cada realidad personal.