Más de dos tercios de la energía eléctrica consumida en 2022 en Andorra procedían de fuentes renovables. Así se ha constatado al cerrar los cálculos del mix energético, en el que se compara el origen de toda la energía que ha cubierto la demanda de electricidad del país. El 67% del 2022 representa, a más, un porcentaje de electricidad renovable muy elevado en comparación con los países de el entorno, y superior al de Andorra del 2021, que ya era de un 63%.
La apuesta por las renovables es uno de los objetivos de FEDA, que tiene como activo principal para la producción nacional la central hidroeléctrica, 100% renovable. Por eso, además de las inversiones para mantener y hacer lo más eficiente posible la central y la creación de nuevas infraestructuras de fuentes renovables —como el parque solar de Grau Roig—, FEDA apostó desde 2019 por fomentar las fuentes netas también en la importación. Mediante los contratos de compra de energía a largo plazo se ha garantizado que buena parte de la energía importada provenga de fuentes renovables.
La energía renovable importada se ha sumado a las fuentes renovables del país, con la central hidroeléctrica al frente, una instalación que en 2022 produjo por debajo de su media anual a causa de la falta de precipitaciones. Concretamente, llegó a generar 69.563 MWh.
Todo ello sitúa el porcentaje de consumo de fuentes renovables de Andorra por encima del de España (aproximadamente un 42%) y de Francia (aproximadamente un 25%). En 2022 el total de la electricidad consumida en Andorra ha sido de 554.791 MWh y casi el 67% ha sido de origen renovable: un 38% eólica, un 24% hidráulica y un 4% solar. Además, habría que añadir la valorización de residuos, que es un 8%, ya que la parte procedente del aprovechamiento de los residuos biodegradables es energía renovable. De otra parte, también se ha consumido un 15% de energía nuclear, un 10% de gas, y un 1% de carbón.
El 2022 ha sido, desde la creación de FEDA y hasta la fecha, el año en que se ha consumido un porcentaje de energía renovable más importante, gracias al compromiso de la organización con la reducción de las emisiones de CO₂, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, ya que la lucha contra el cambio climático es una cuestión que no se puede limitar por territorios.
Para continuar incrementando el peso de las fuentes de energía renovables, que son las que más contribuyen a luchar contra la emergencia climática, FEDA tiene un plan de acción de inversión en infraestructuras de producción verdes, con el parque eólico del pico de Maià como prioridad, ya que tendría un gran impacto en el global de la producción nacional. Además, estas nuevas infraestructuras permitirían incrementar la autosuficiencia energética, que es una de las claves para afrontar la situación volátil del mercado de la energía.
También se puede contribuir a la producción con renovables mediante las iniciativas privadas, como las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo y, en el caso de las empresas, a través del sello Luz Verde. Precisamente, el distintivo, que identifica las empresas que certifican el 100% de la electricidad que consumen como renovable, es otro instrumento para fomentar la inversión y desarrollo de la producción con fuentes de energía neta. Las empresas que se han adherido certificaron un consumo total de más de 50.000 MWh/año desde que se creó el sello, el verano del 2022.
Producción nacional
Del total de producción nacional, la principal fuente es la central hidroeléctrica de FEDA, que ha generado 69.563 MWh/año, seguida del centro de tratamiento de residuos, que ha producido 18.765 MWh/año, y de la central de cogeneración de Soldeu, que ha producido 5.531 MWh/año. Además, hay que sumar las instalaciones fotovoltaicas del país y las minicentrales hidráulicas.