Las colonias en Engolasters ya son una realidad. El Comú de Escaldes-Engordany ha puesto en marcha este verano las primeras estancias infantiles en la zona, después de habilitar una de las edificaciones cedidas por FEDA. Aunque el proyecto aún no está desarrollado al cien por cien, la corporación ha querido darle un primer uso este verano con el fin de empezar a dinamizar el espacio.
El edificio utilizado es el antiguo almacén, que ha sido acondicionado con diferentes mejoras: se ha cambiado el suelo, instalado parquet, reparado paredes, renovado el alumbrado, pintado y equipado con sistemas de seguridad, entre otras actuaciones. También se han instalado lavabos provisionales y una docena de camas repartidas entre dos plantas, con el fin de garantizar las condiciones básicas para la estancia. Los primeros en estrenar las instalaciones han sido una decena de niños y niñas de entre ocho y once años, participantes del campus de Ràdio, que bajaron el miércoles al mediodía a Engolasters para pasar la noche y participar en diversas actividades, entre ellas un taller de orientación y una visita guiada al circuito hidroeléctrico, organizada por FEDA.
La voluntad del Comú es continuar adecuando el espacio de manera progresiva para que pueda acoger, en un futuro próximo, colonias de verano con más niños y una programación más amplia. A partir de septiembre, cuando termine la temporada de verano, se retomarán las obras para instalar los lavabos definitivos, acondicionar una zona de comedor y habilitar nuevos espacios para dormir y realizar actividades educativas o de ocio.
Este proyecto se enmarca en el objetivo de la corporación comunal de poner en valor los edificios y terrenos cedidos por FEDA en la zona del Camino hidroeléctrico de Engolasters, así como los propios de la corporación, con el objetivo de darles una nueva vida vinculada a la educación ambiental, el ocio y el descubrimiento del entorno. En concreto, el conjunto de instalaciones incluye: la cuadra de los machos y el pajar (con una superficie de 45 m² y 23,3 m², respectivamente), la cocina (31,9 m²), el comedor (103,5 m²), el almacén (72 m²) y una parcela de 8.888 m² situada bajo el dique de Engolasters.
Con esta iniciativa, se apuesta por acercar a los niños a la naturaleza, al patrimonio y a la historia energética del país, al tiempo que se revitaliza un entorno de gran valor paisajístico y muy accesible.