La segunda edición del Caldes Festival ha reunido a más de 5.000 personas a lo largo del fin de semana. Desde el viernes y hasta hoy, el público ha podido disfrutar de una amplia programación de actividades y espectáculos gratuitos en la zona histórica, este año con la col·laboración especial del Festivalot, de la mano de los Amigos de las Artes. Los escenarios se han repartido por la zona histórica, acercando a la ciudadanía las compras y remodelaciones que ha impulsado el Comú en la parte alta. Desde el jardín de la Borda Gabriel, pasando por la plaza Santa Anna, la plaza de la Església, el último tramo de la avenida Carlemany, el paseo del Riu, la placeta del Madriu y la plaza de l’Obac. Además, las puertas abiertas en la Borda Gabriel han permitido redescubrir este edificio patrimonial, en el cual en breve se instalará el departamento de Cultural.
La cónsol mayor, Rosa Gili, ha recordado que el año pasado aún había zonas en obras, como la plaza de la Església o la Borda Gabriel. “El festival ha permitido ver la evolución de los trabajos y acercar lo que hace el Comú a la ciudadanía. Es la mejor manera de revitalizar toda esta zona y darla a conocer a nuestros ciudadanos y visitantes”, ha afirmado. Según Gili, la zona histórica “ya es un nuevo punto neurálgico de la parroquia, con rincones que se deben ir descubriendo y que la gente debe hacer suyos”.
El festival ha destacado por su diversidad de actividades y la capacidad de atraer públicos de todas las edades. El concierto de Miki Núñez ha sido el gran reclamo familiar; los espacios lúdicos y los talleres han cautivado a los más pequeños; y la sesión de DJ con Dave Rowntree ha sido especialmente celebrada por el público adulto. También han tenido mucho éxito el punto fotográfico instalado en la remodelada plaza de l’Obac y la zona de restauración de la plaza de la Església. Asimismo, cabe subrayar la acogida positiva de los espectáculos protagonizados tanto por talentos locales como por artistas emergentes, ya que la voluntad del Caldes Festival es también convertirse en un escaparate para nuevas propuestas culturales y creativas.
Ante el éxito de esta segunda edición y la buena acogida de la ciudadanía, el Comú de Escaldes-Engordany reafirma su voluntad de dar continuidad al proyecto y seguir impulsando nuevas iniciativas para dinamizar la zona histórica. En palabras del consejero de Cultura, Valentí Closa, “esta edición ha mantenido e incluso superado el éxito del año pasado. Seguiremos trabajando para que la cultura sea un polo de atracción y dinamización de la parroquia”.