La agencia de evaluación Standard & Poor's (S&P) ha publicado este viernes por la noche el rating de Andorra y lo ha situado en BBB+/A-2 con perspectiva estable. Esta es la mejor nota del Principado desde el año 2014, es decir, antes de la crisis del caso BPA.
Se recuerda que en su última evaluación, en enero de 2022, la nota fue un BBB/A-2 con perspectiva positiva y, ahora, pasa a BBB+/A-2 con perspectiva estable.
En su informe, los evaluadores destacan que la mejora refleja la "recuperación económica y presupuestaria de Andorra desde mediados de 2021". "Los datos preliminares del primer trimestre de 2022 apuntan a un fuerte impulso del crecimiento en la primera mitad del año, particularmente en el turismo", apuntan, y remarcan que el Principado "ha registrado una sólida recuperación económica". Asimismo, S&P recuerda la entrada en el Fondo Monetario Internacional (FMI) en octubre de 2020 como un hecho que contribuye a la resiliencia económica del país.
En este sentido, S&P revisa al alza su previsión de crecimiento del PIB real pasando de 4,5% a 4,7%. Un hecho, argumentan, basado en el impulso de la actividad económica gracias a "una fuerte temporada turística de invierno" y al sector de la construcción. En cuanto al turismo, la agencia apunta a la mejora progresiva durante este año con un flujo de llegada de visitantes que, pronostican, debería situarse a niveles similares a los de antes de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2.
De hecho, consideran que el desempleo volverá a niveles previos a la pandemia a lo largo de 2023, recordando que la tasa en Andorra "todavía está muy por debajo de la media de la zona euro".
En cuanto al porcentaje de endeudamiento respecto del PIB, el evaluador afirma que "la reducción de los déficits presupuestarios y la recuperación económica pondrán la relación deuda pública/PIB en un camino descendente". Todo, acompañado de una mejora del equilibrio presupuestario gracias, entre otros, a "el alto crecimiento del primer trimestre de 2022". Standard & Poor's señala que los avances en la estrategia de diversificación financiera del Gobierno han conseguido ampliar las fuentes de financiación, ayudando a alargar el vencimiento medio de la deuda. La agencia también valora positivamente la constitución de reservas internacionales llevadas a cabo por el Gobierno.