Este martes se ha celebrado, en Encamp, la segunda reunión de la Mesa Nacional de Salud Mental y Adicciones (TNSMA), un órgano consultivo adscrito al ministerio de Salud que tiene como objetivos asesorar al Ejecutivo en los avances relativos a la salud mental, contribuir a definir y elaborar propuestas de actuación, promover y mejorar la coordinación de todos los agentes implicados en este aspecto y desarrollar iniciativas contra el estigma en salud mental.
La TNSMA está formada por los ministros encargados de las materias de Salud, Albert Font; Asuntos Sociales, Juventud e Igualdad, Judith Pallarés; Interior y Justicia, Josep Maria Rossell; y Educación y enseñanza superior, Ester Vilarrubla. También están presentes representantes del ministerio encargado de Participación Ciudadana, comunes, SAAS, CASS, colegios oficiales de psicólogos, médicos y Enfermeros, las asociaciones de Trabajadores Sociales y Educadores Educadoras Sociales y miembros de las diferentes fundaciones, entidades sociales y asociaciones del sector.
La segunda TNSMA ha coincidido con la celebración mundial de la Salud Mental, que se conmemoró el pasado jueves bajo el lema "Hagamos de la Salud Mental y el bienestar una prioridad global". En este sentido, la secretaria de Estado de Salud, Helena Mas, ha puesto de relieve la voluntad del Gobierno de seguir tratando la Salud Mental como un proyecto estratégico, especialmente tras la irrupción de la COVID-19.
De este modo, ha recordado la importancia de haber aprobado el Plan Integral de Salud Mental y Adicciones (PISMA) hace unos meses, un documento que recoge los objetivos, ejes y líneas estratégicas a desarrollar en este campo. Así, uno de los puntos que recoge el PISMA es la necesidad de definir e implementar diferentes modelos de vivienda según las necesidades de los pacientes.
El ministro Font ha explicado a los asistentes que el Proyecto de ley del presupuesto 2023, entrado a trámite parlamentario la semana pasada, ya incluye una partida de un millón de euros para la habilitación de pisos de apoyo en el edificio donde se ubica el Centro Residencial de Educación Intensiva (CREI). Como ha apuntado Mas, la previsión es instalar dos grupos de viviendas diferentes según el nivel de autonomía de los usuarios.
En el mismo sentido, tanto Font como Mas han avanzado que el Gobierno trabaja para firmar un memorando de entendimiento con el Obispado de Urgell, que impulsará un centro destinado a pacientes con enfermedades mentales en el antiguo edificio del seminario.
Este nuevo espacio, que buscará convertirse en un espacio de referencia en todo el territorio pirenaico, tiene la voluntad de centrarse especialmente en las personas –tanto adultos como niños y adolescentes– con trastornos de salud mental que requieran fases de hospitalización de media o larga duración y se basará en el modelo de recuperación de las personas, la continuidad asistencial y el acompañamiento en su ciclo vital: "cuantos más recursos tengamos, complementarios entre ellos y adaptados a las necesidades de los usuarios, mejor".
Finalmente, la reunión de la TNSMA también ha servido para repasar los avances realizados en otros campos, como la estrategia nacional de prevención y lucha contra el suicidio, la lucha contra el estigma o el impulso de la formación y la investigación en este campo.
