El Ministerio de Salud del Gobierno de Andorra ha iniciado esta semana la campaña de vacunación anual contra la gripe estacional.
Aunque se prevé administrar vacunas hasta el 30 de diciembre, se recomienda que los interesados se la pongan durante las primeras semanas, sobre todo el colectivo de la tercera edad.
Como siempre, el objetivo de la vacunación es disminuir la morbimortalidad en los grupos de riesgo.
Este año se han adquirido inicialmente 7.500 dosis –el año pasado se administraron 7.812, cerca del 60% de estas a mayores de 65 años–.
Precisamente, para recibir la administración de la vacuna, los mayores de 65 años deben pedir hora en el Centro de Atención Primaria y no hace falta que lleven ninguna prescripción.
El resto de personas consideradas de riesgo pueden pedir la receta a su médico referente y este lo hará constar en la historia clínica compartida, por lo que no será necesario tener que recoger ningún papel. Una vez pedida la receta, el procedimiento es el mismo: pedir hora en el CAP para ser vacunado.
Finalmente, las personas que no forman parte de ningún grupo de riesgo, pero quieren recibir la vacuna, deben ponerse en contacto con su médico referente y adquirir la dosis en la farmacia.
Desde el ministerio indican que, en caso de tener que recibir también la vacuna contra la COVID-10, no es necesario esperar ningún intervalo de tiempo entre la administración de una y otra.
Grupos de riesgo
La vacuna es gratuita para los grupos de alto riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con la gripe que se indican a continuación:
-Personas de 65 años o más - Personas a partir de 6 meses de edad que viven en residencias sociosanitarias o institucionalizadas de manera prolongada. - Personas a partir de 6 meses de edad con alguno de los factores de riesgo que se señalan a continuación:
· Enfermedades cardiovasculares y/o respiratorias crónicas. · Enfermedades metabólicas crónicas (incluida la diabetes mellitus). · Obesidad mórbida. · Enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico. · Enfermedad hepática crónica, incluido el alcoholismo crónico. · Hemoglobinopatías y anemias. · Inmunosupresión. · Hemofilia y trastornos hemorrágicos crónicos. · Transfusiones múltiples y receptores de hemoderivados. · Asplenia. · Enfermedad de células falciformes. · Afecciones neurológicas crónicas. · Cáncer y hemopatías malignas. · Implante coclear. · Fístula de líquido cefalorraquídeo. · Enfermedad celíaca o enfermedad inflamatoria crónica. · Trastornos y enfermedades que comportan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otros. · Haber requerido ingreso hospitalario por COVID-19 · Niños y adolescentes, entre 6 meses y 18 años, con tratamiento de larga duración con ácido acetilsalicílico. · Niños entre los 6 meses y 2 años con antecedentes de prematuridad · Mujeres embarazadas, independientemente de su estado de gestación. · Personal sanitario o sociosanitario que presta atención asistencial a pacientes de riesgo, incluidas las oficinas de farmacia. · Personas que presten asistencia domiciliaria a personas de alto riesgo. · Personas que trabajen en centros sanitarios, sociosanitarios en centros o instituciones cerradas · Personas que convivan en el hogar con personas de los grupos de alto riesgo · Personal de servicios comunitarios esenciales · Internos y trabajadores del centro penitenciario. · Personas con exposición laboral directa a aves domésticas o cerdos, y también a aves salvajes.