El ministro de Finanzas, Ramon Lladós, ha presentado este martes el Proyecto de ley del Presupuesto para el ejercicio 2024, que tiene como objetivo afrontar los retos actuales del país y seguir invirtiendo en el crecimiento de este.
Lladós ha destacado que el 70% del presupuesto se destina a reforzar los pilares del estado del bienestar, con inversiones directas en vivienda, salud, educación, ayudas a la ciudadanía y en las infraestructuras necesarias para el desarrollo de Andorra. Estas inversiones se llevarán a cabo, sin embargo, preservando la resiliencia financiera del Estado, ha remarcado Lladós durante la rueda de prensa de presentación.
Entrando al detalle, el texto prevé unos ingresos de 585.885.427 euros y unos gastos totales de 618.567.207 euros, que incluyen las inversiones y las diferentes tipologías de gastos estatales. Como resultado, el déficit proyectado es de 32.681.780 euros. El titular de Finanzas ha matizado que “la evolución positiva de la ejecución presupuestaria de los últimos años lleva a pensar que el déficit final podría ser menor”.
Gasto centrado en vivienda, salud y transporte público
El presupuesto de 2024 prevé una inversión total del Gobierno de 67,4 millones de euros, un 52% más que este año. Lladós ha subrayado, en este sentido, que “es el presupuesto con la mayor inversión que hemos tenido en Andorra”. El objetivo del Gobierno, según el ministro de Finanzas, es trasladar el aumento de los ingresos hacia partidas de inversiones reales “con el fin de afrontar los retos de los ciudadanos e invertir en proyectos que hagan posible el crecimiento económico, sin aumentar el endeudamiento del Estado”.
La principal partida, de 30,5 millones de euros, se corresponde con la vivienda, particularmente la compra y reforma de los inmuebles destinados a crear un parque público de vivienda a precio asequible. Sobresalen también los 17 millones de euros para programas de digitalización tanto de la administración como para la ayuda a pequeñas y medianas empresas; los 7,1 millones de euros para la desviación de la Massana; y los 4,5 millones de euros para infraestructuras hospitalarias, como el nuevo CAP de Canillo y el nuevo centro de salud mental.
Además, los principales incrementos del gasto corriente corresponden a la partida de 8,3 millones de euros destinada a seguir mejorando y desarrollando el servicio de transporte público gratuito; al aumento de casi 6 millones de euros del presupuesto del SAAS; y al incremento de 4,5 millones de euros de la partida destinada a las ayudas a la ciudadanía. También se ha previsto un aumento de 0,7 millones de euros del presupuesto de la Universidad de Andorra para incorporar nuevos programas de máster en enfermería y analítica de datos.
Sobre los gastos financieros, Lladós ha enfatizado que Andorra se encuentra en una “buena situación”, ya que tanto el nivel de endeudamiento, que se sitúa en torno al 36% del PIB —lejos de la deuda de los países vecinos que supera el 100% del PIB—, como el coste de esta deuda —que tiene un coste medio de intereses de un 1,4%. A esta situación se suma el hecho de que no sea necesario realizar ninguna renovación de la deuda hasta 2027, hace que los gastos financieros se sitúen en 17 millones de euros anuales. “Esta coyuntura permite que, a diferencia de la mayoría de los países, se puedan destinar los ingresos del Estado a reforzar el estado del bienestar y a seguir invirtiendo y no a hacer frente al coste de la deuda”, ha afirmado.
Los ingresos crecen el 11%
El Proyecto de ley prevé unos ingresos corrientes de 586 millones de euros, un 11% más que los de 2023 (el equivalente a unos 60 millones de euros más). Precisamente, la recaudación del Estado ha aumentado significativamente en relación con los impuestos directos, en particular el impuesto de sociedades, que ha aumentado un 48% respecto al Presupuesto 2023. Estos datos reflejan, según el ministro de Finanzas, “el crecimiento económico de las empresas del país”. Los impuestos indirectos, por su parte, muestran un comportamiento similar al de ejercicios anteriores. Esto evidencia, ha añadido Ramon Lladós, la diversificación de la economía y una menor dependencia de las importaciones.
Se mantiene la distribución de dividendos procedentes de Andorra Telecom y para 2024, al igual que este año, no se cuenta con ningún dividendo de FEDA. La compañía energética, ha recordado el ministro, asumió el coste del incremento de los precios de la energía para no imputarlo íntegramente a los ciudadanos. Además, la parapública, precisamente para no revertir el impacto de la crisis energética en los precios finales para los usuarios, ha añadido el ministro, “se encuentra en un proceso de recapitalización con el fin de poder hacer frente a las inversiones en energías verdes necesarias en el futuro”.
Durante la presentación, el ministro Lladós ha anunciado también que el ejercicio 2023 se cerrará, previsiblemente, con equilibrio presupuestario, a pesar de haber avanzado este año la compra de algunos de los edificios para destinarlos a viviendas a precio asequible, a través de un presupuesto extraordinario, y la adquisición de un mamógrafo y de una máquina de TAC para el Hospital Nostra Senyora de Meritxell, vía una transferencia de crédito al SAAS. “Sin estas últimas inversiones, el presupuesto del Estado habría cerrado 2023 con superávit, pero nos hemos querido adelantar y revertir este superávit en la ciudadanía, sin esperar a la aprobación del Presupuesto de 2024”, ha reafirmado Lladós.