Andorra amplía la regulación para prevenir la contaminación acústica de las obras de construcción

19 de enero de 2022 a las 18:41h

El Consejo de Ministros ha aprobado este miércoles, a propuesta de la titular de Medio Ambiente, Agricultura y Sostenibilidad, Silvia Calvó, la modificación del Reglamento del control de la contaminación acústica, en lo que respecta a las obras de construcción. El objetivo del cambio reglamentario radica en la necesidad de ampliar el control y la regulación de las obras que tienen un impacto acústico. De este modo, se incorporan herramientas y procedimientos preventivos para minimizar la contaminación.

Tal y como ha destacado la directora del departamento de Medio Ambiente, Sílvia Ferrer, la normativa vigente hasta la fecha no establecía una regulación específica para las obras de construcción, hecho que dificultaba la posible resolución de conflictos. Además, el mayor incremento de prevención y control toma más sentido en la actualidad donde en los últimos años han aumentado las grandes obras en núcleos urbanos.

La actualización de la normativa se ha trabajado de manera coordinada con el sector. Entrando en detalle la modificación se fija en dos anexos del reglamento: por un lado se actualiza la metodología a la hora de medir y por otro se regula el ruido que proviene de las obras de construcción pública o privada.

De este modo, todas aquellas obras que conlleven trabajos de excavación en roca o perforaciones, uso de maquinaria pesada y existencia de receptores sensibles al ruido a una distancia inferior a 100 metros del perímetro de la obra, verán incrementadas las medidas de prevención del ruido. El cambio más importante es que los proyectos de este tipo de obras deberán incluir un estudio preliminar de impacto acústico para obtener la licencia urbanística. Este estudio debe permitir identificar los impactos acústicos en fase de proyecto, momento en que es posible planificar y presupuestar las medidas preventivas y correctoras, para poder dar cumplimiento a los niveles acústicos normativos. El estudio preliminar se complementa una vez comienza la obra con el proyecto acústico que incorpora la planificación y maquinaria del contratista encargado de ejecutar la obra.

Así, este tipo de obras con más impacto sonoro deberán tener un servicio de vigilancia y control acústico obligatorio en la obra. También deberán aplicar medidas preventivas y correctoras de manera obligatoria como que los motores de combustión y maquinaria deberán ir equipados con silenciadores y sistemas amortiguadores de ruido y vibraciones; los motores de las máquinas deberán estar parados cuando no se utilicen, habrá que poner apantallamientos acústicos perimetrales fijos de 3 metros de altura y habrá que cerrar perimetralmente la maquinaria fija y alejarla de las zonas más cercanas a los receptores, entre otros.

Finalmente, el reglamento también fija que habrá que designar a una persona mediadora con los receptores vecinos, responsable de informar de las fases constructivas y el ruido que generarán, con el objetivo de mediar con los receptores sensibles afectados por el entorno de la obra en caso de que sea necesario.