Andorra afronta una grave falta de mano de obra en sectores clave

07 de diciembre de 2024 a las 12:14h

Andorra afronta desde hace tiempo una importante falta de mano de obra en sectores como la hostelería, la restauración, la construcción o el comercio, a pesar del crecimiento desmesurado de la población. El coste de la vivienda, las cuotas para acceder al mercado laboral o la dificultad para encontrar profesionales cualificados son las principales causas de la problemática. En el caso de otros pequeños países como San Marino o Liechstenstein no se experimenta la misma casuística, o al menos no es tan evidente como en el caso del Principado. El profesor de derecho del trabajo de la Universidad de Barcelona, José Luis Salido, asegura que "hoy en día hablar de la problemática que tiene Andorra o España con la inmigración daría para mucho, mientras que en estos países no hay indicios de que tengan problemas en este sentido". Sin embargo, Salido pone de relieve que, como en el caso del Principado, el sector de los servicios y el turismo en San Marino "juega un papel importante en la economía", aunque también cuenta con "un sector manufacturero bien establecido". Una de las ventajas en materia laboral de este país es que dispone "de una flexibilidad contractual importante" que les ha permitido no ser tan rígidos a la hora de hacer las contrataciones como sí sucede entre los grandes países europeos. "Si hay que hacer un contrato por tres días, lo hacen", asegura. En este sentido, el experto señala que este también es uno de los elementos diferenciadores de Andorra y alerta de que "en el momento en que no puedes contratar y tienes unas rigideces importantes dentro del mundo de la contratación, se acaba esta flexibilidad". En el caso de Liechtenstein, destaca que está muy bien establecido el mecanismo de la medicación -también explorado en Andorra-, que obliga a resolver los problemas entre empresas y trabajadores mediante la conciliación y el "poco 'rifi rafe' jurídico", mientras que también cuenta con una "normativa laboral pequeña" y una menor intervención del Estado. En cuanto a San Marino, "hay un respeto a la tradición y a las familias", y este puede ser el motivo por el que "no hacen falta tantas normas". En cuanto a algunas de las diferencias, tanto en Liechtenstein como en San Marino no hay salario mínimo, no tienen firmados la mayoría de los convenios internacionales con el resto de países europeos y tampoco disponen de una ley sindical como la de Andorra. Por no tener, añade, San Marino no cuenta "ni con una jurisdicción laboral", por lo que "sólo hay jueces civiles que entienden de estas cuestiones". Lo que sí funciona en estos países en detrimento del Principado es el establecimiento de negociaciones entre los trabajadores y los empresarios. "Hay más establecimiento de trabajo en base a negociaciones colectivas que por parte del Estado", concluye.