Aleix Espargaró ha sabido convertir el final de su etapa como piloto de competición en una nueva oportunidad profesional fuera de los circuitos. Una vez retirado de la competición regular en MotoGP, el piloto de Granollers no solo ha asumido el rol de probador de Honda y ha iniciado una trayectoria vinculada al ciclismo, sino que también ha desplegado un proyecto empresarial propio centrado en la restauración en Andorra, país donde reside desde hace años.
El ex piloto se ha consolidado como uno de los empresarios gastronómicos destacados de Andorra la Vella, con una red de cinco establecimientos situados en el centro de la capital. Espargaró ha optado por reinvertir una parte significativa de los ingresos obtenidos durante su carrera deportiva en la creación y gestión directa de estos negocios, implicándose de manera activa más allá de la cesión de su nombre.
El pequeño imperio de Aleix Espargaró en Andorra la Vella
Su portafolio refleja claramente sus preferencias personales. Por un lado, ha impulsado tres restaurantes bajo la marca Ginza 41, especializados en cocina japonesa y sushi. Por otro lado, ha abierto dos pizzerías con el nombre Quarantuno, una referencia explícita al dorsal 41 que ha llevado a lo largo de su trayectoria deportiva.
Según ha explicado en diversas ocasiones, el proyecto responde a una estrategia definida a partir de un análisis propio del mercado andorrano, donde detectó carencias en la oferta gastronómica, especialmente en lo que respecta a cocina internacional de calidad a precios asequibles. Espargaró ha subrayado que su voluntad ha sido construir una estructura empresarial sólida y sostenible, con una implicación directa en la gestión y el día a día de los locales.
Esta implicación también se ha hecho visible a través de su canal de YouTube, donde comparte contenidos relacionados con el funcionamiento interno de los restaurantes, pruebas de menú y actividades vinculadas a la restauración, a menudo con la participación de otros pilotos del Mundial.
El piloto ha reconocido que el éxito empresarial le aporta una satisfacción diferente de la que experimentaba en la competición. Ver los establecimientos llenos y en funcionamiento se ha convertido en un nuevo estímulo profesional en esta etapa de su vida.
¿Aleix Espargaró paga sus impuestos?
Su actividad empresarial en Andorra ha ido acompañada del debate sobre la fiscalidad. Espargaró ha defendido públicamente su residencia en el Principado y ha remarcado que tributa en el país donde vive, reivindicando su aportación a la economía local mediante la creación de negocios y puestos de trabajo.
Con 36 años y una carrera deportiva en una fase de menor exigencia competitiva, Aleix Espargaró dispone ahora del tiempo y de los recursos para continuar desarrollando y ampliando su proyecto empresarial. Un legado que, más allá de los circuitos, también empieza a dejar huella en la escena gastronómica andorrana.
