En medio del debate, que es mundial, sobre la sostenibilidad del turismo un elemento que entra en la ecuación es el aeropuerto de Andorra-La Seu d’Urgell. ¿Puede servir esta infraestructura para captar un turismo de más alto nivel adquisitivo y hacer cambiar el modelo actual de visitantes que llegan al país? ¿Cómo puede crecer esta infraestructura? ¿Qué vuelos serían interesantes? Hablamos con tres expertos en el sector de la aviación que dan su visión sobre esta temática. Los tres se muestran de acuerdo en un aspecto: el aeropuerto puede ser clave para una nueva política turística del país.
“El perfil que consigues con un aeropuerto que tenga conexiones internacionales e intercontinentales claro, porque tienes a la gente que quiere venir expresamente a tu territorio, a conocerlo, a hacer un buen gasto”, expresa el consultor jurídico aeronáutico, escritor y periodista especializado en temas aéreos y marítimos. Javier Ortega Figueiral, que reafirma que “si el Gobierno ha apostado por el avión es que se ha apostado por un turismo y unos visitantes de más calidad”.
Y los expertos creen que este posicionamiento estratégico del aeropuerto sería interesante no sólo para potenciar la llegada de turistas en invierno sino en otras épocas del año que todavía hay que explotar. En este sentido, tanto Ortega Figueiral como el director general del consejo de las regiones aeroportuarias de Europa, Sergi Alegre, apuestan por potenciar otros atractivos del país. como por ejemplo todo lo relacionado con la naturaleza, ya que tal y como defiende Alegre hay ciertos nichos muy interesantes, como por ejemplo el mercado alemán y muy especialmente el ‘target’ de un público “que cada vez tendrá más tiempo y más céntimos para viajar, que es la gente de más de 50 años”. Y Ortega Figueiral añade la calidad de la oferta cultural y de naturaleza de Andorra y como ya hay ciertos prescriptores de viajes que están recomendando ya el país como destino “de alto nivel” y con un cierto “exotismo”.
Y tal y como se ha mencionado, el aeropuerto puede tener un papel estratégico en esta atracción de nuevo turismo. Así, la directora general de la Asociación de Líneas Aéreas Regionales de Europa (ERA), Montserrat Barriga, considera que el campo de vuelo tiene una “ubicación estratégica y potencial para el turismo y los viajes de negocios” y por este motivo “podría experimentar un crecimiento significativo en el futuro”.
¿Y cuáles son las líneas aéreas interesantes a potenciar? Los expertos señalan que a las ya consolidadas de Palma y Madrid habría que añadir, en primer lugar, París, ya que se trata de un aeropuerto que podría conectar con muchos destinos de África y Asia a los que habría que añadir los que ya hay disponibles desde Madrid, que tiene muchos vuelos con América Latina. Ortega señala como cuarta línea a Porto, y Barriga cree que una conexión con Lisboa también sería interesante mientras que Alegre apunta a Frankfurt o Zúrich.
Lo que está claro, a ojos de los expertos, es que el Gobierno tiene que hacer una apuesta para seguir invirtiendo en esta infraestructura si quiere seguir posicionando Andorra internacionalmente. “Para ampliar la red de rutas y capturar una gran parte del mercado hay que disponer de la infraestructura adecuada al aeropuerto y a los alrededores”, señala Barriga, que aboga por invertir en el aeropuerto. mejoras de infraestructuras de acceso al aeropuerto y mejorar las instalaciones de la terminal, la capacidad de las pistas y las opciones de transporte terrestre para “hacer el aeropuerto más atractivo a los viajeros”.
Además, defiende que es necesario “identificar rutas lucrativas y mercados con una demanda suficiente pero competencia limitada” e implementar medidas de reducción de costes para minimizar los gastos operativos, optimizando por ejemplo horarios de vuelos, negociar acuerdos favorables con proveedores y racionalizar las operaciones terrestres. También ve interesante establecer asociaciones con compañías aéreas, operadores turísticos y agencias de viajes para aumentar la visibilidad de las rutas y estimular la demanda y, por último, explorar fuentes de ingresos como el alquiler de espacios comerciales, las tarifas de aparcamiento, la publicidad y las concesiones. En este sentido, la experta pone de relieve que los aeropuertos pequeños como el de la Seu pueden colaborar con otros de vecinos, consejos de turismo o agencias de desarrollo económico y empresas locales para promocionar conjuntamente el territorio y se muestra segura de que “aprovechar la proximidad del aeropuerto a destinos turísticos como Andorra puede ayudar a impulsar el tráfico de pasajeros”.
El futuro del sector aeronáutico
Y evidentemente, este posicionamiento estratégico debe tener también en cuenta el debate actual sobre la sostenibilidad del transporte aéreo, otro de los retos que el sector debe enfrentar. Alegre cree que el crecimiento de la aviación en el futuro es seguro y que se irá hacia unos vuelos cada vez más “verdes hasta conseguir una aviación que será o cero o carbón casi cero”. Además, valora que es necesaria una visión estratégica de la combinación del tren y el avión y también valorar la irrupción de los aviones eléctricos. Barriga también destaca que “uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la industria de la aviación es su contribución al cambio climático y a mitigar el impacto ambiental” y, por tanto, manifiesta que es clave “la implementación de nuevos diseños de aviones, motores más eficientes, sistemas de navegación avanzados y la mejora del tráfico aéreo”. También aboga por sistemas “como los vehículos aéreos no tripulados para la entrega de carga que pueden ayudar a aligerar la congestión que viven ciertos aeropuertos”.
Ejemplos a seguir
¿Y cuáles serían los modelos en los que la infraestructura de la Seu se podría ‘enfermar’? La directora general de la Asociación de Líneas Aéreas Regionales de Europa señala a Innsbruck, si lo que se quiere es promocionarse como destino de turismo de invierno y actividades de montaña, ya que además ha hecho esfuerzos para atraer compañías especializadas en vuelos de ocio y chárteres; y Salzburgo, si lo que se busca es promocionar el turismo cultural, el marketing basado en eventos y el tráfico de viajeros todo el año. Y Ortega señala el de Lugano, que se ha convertido en un importante punto para ir a Italia, Inglaterra o ciertas regiones de Francia.
