El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado este viernes el Informe definitivo correspondiente al año 2025 sobre el Principado de Andorra. El organismo destaca la resiliencia de la economía andorrana, que sigue creciendo por encima de su potencial. El informe también recoge una estimación inicial de crecimiento del PIB real del 2,1% para el año 2024, pero los datos más recientes emitidos por el organismo elevan esta cifra hasta el 3,4%. Este dinamismo ha sido impulsado por la actividad del turismo y de los servicios y los resultados sólidos de la banca. A pesar de la tensión persistente en el mercado laboral, la inflación se ha moderado hasta el 2,6% al cierre del año.
El FMI considera que Andorra mantiene una posición macroeconómica sólida, con un superávit fiscal sostenido, un nivel moderado de endeudamiento público y un elevado superávit por cuenta corriente estimada del 15,1% del PIB en el año 2024. No obstante, advierte de que, a medio plazo, el envejecimiento de la población, el impacto del cambio climático sobre el turismo de invierno y el estancamiento del PIB per cápita pueden comprometer el crecimiento y tensionar la sostenibilidad fiscal. Por este motivo, insta a aprovechar el contexto actual para llevar a cabo reformas estructurales ambiciosas que permitan fortalecer la resiliencia y elevar el crecimiento potencial.
En cuanto a la política fiscal, el presupuesto de 2025 mantiene un enfoque prudente, con un déficit previsto del 1% del PIB, pero el FMI prevé un superávit modesto (0,3%). El Fondo reconoce la priorización del presupuesto de Gobierno en ámbitos como la sanidad, la vivienda, la educación y el mantenimiento del poder adquisitivo. Destaca la necesidad de concluir la reforma del sistema de pensiones, ante un incremento sustancial previsto del coste de las pensiones a medio y largo plazo. También recomienda avanzar en la reforma del sistema sanitario para controlar los costes a largo plazo y garantizar su financiación.
En cuanto al sistema financiero, el informe resalta la robustita del sector bancario andorrano, con niveles elevados de capital y liquidez, y un modelo orientado al negocio internacional. La activación progresiva de un cojín de capital contracíclico se considera una medida adecuada para reforzar la resiliencia del sistema en un contexto de rentabilidad elevada. Asimismo, recomienda continuar reforzando la supervisión, especialmente en cuanto a los riesgos de liquidez y a la aplicación efectiva del marco de resolución bancaria.
El informe valora positivamente el acuerdo de asociación con la Unión Europea, que, si es ratificado, puede impulsar la diversificación económica, favorecer la inversión y facilitar el acceso al mercado único. El acuerdo prevé un periodo de transición de quince años para el sector financiero. El FMI recomienda preparar bien esta transición, gestionar las oportunidades y riesgos asociados, y seguir avanzando hacia la equivalencia reguladora con la UE en materia de servicios financieros.
En relación con el cambio climático, el informe también señala que la exposición del sector turístico al cambio climático hace imprescindible anticipar una estrategia de adaptación y promover alternativas económicas sostenibles.
Finalmente, el informe subraya la importancia de continuar reforzando el marco de prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, especialmente en relación con activos virtuales y flujos transfronterizos. Asimismo, recomienda mejorar aún más el sistema estadístico, especialmente con respecto a la cobertura de los datos económicos. Finalmente, el FMI reconoce los avances realizados y expresa su apoyo continuado a Andorra para cerrar las brechas estadísticas y fortalecer la capacidad técnica en el ámbito de la gestión de datos.