El Gobierno ha actualizado y renovado los decretos de acoso y absentismo escolar porque ya no se ajustan a la realidad. Los dos programas se han revisado y modernizado porque databan de 2016 y 2019, respectivamente, y debían actualizarse a las tendencias sociales de la actualidad. En cuanto al absentismo, que el curso pasado se registraron 65 casos, los cambios más significativos implican que ya no se considerará absentismo cuando un alumno tenga que marcharse de una clase para hacer uso de un servicio sanitario, como visitar al médico o al logopeda, y tampoco cuando tenga que marcharse del centro para atender a un entierro. En cuanto al acoso, que en el último curso se recibieron 37 notificaciones, la gran modificación implica que cuando haya algún indicio o una mínima sospecha en seguida se activará el protocolo. Los cambios sociales y económicos que ha habido tras la Covid-19 han obligado al ejecutivo a hacer una revisión de los dos decretos y adaptarlo a la realidad “para proteger los derechos de los niños”, ha afirmado el secretario de Estado de Educación y Universidades, Josep Anton Bardina. Para mejorar el decreto en absentismo, el gobierno ha hecho un trabajo de red con diferentes sectores, como por ejemplo con el colegio de logopedas, los representantes de los tres sistemas educativos o con el programa deporte-estudio. Los principales cambios son la ampliación de los supuestos de lo que se considera ausencias justificadas. “No es normal que un alumno salga de la escuela para realizar una sesión de logopeda, que entendemos que en cursos bajos va para mejorar su aprendizaje dentro del aula y por este caso esa hora fuera considerado absentismo”, ha puesto de ejemplo Bardina. Por lo tanto, aquellas salidas de clase para atender algún tratamiento sociosanitario caerán del decreto que databa de 2019. También pasará lo mismo con aquellos estudiantes de segunda enseñanza que cursen el programa deporte-estudio. “Las categorizaremos de otra manera y no será absentismo”, ha defendido el secretario de Estado. La entrada con retraso también era considerado como absentismo y eso también se sacará con el nuevo decreto. Si un joven llegaba tarde seis días, la cuantificación de la escuela era de absentismo moderado. Esto se iba acumulando y cuando se producía dos veces este hecho, “el caso de absentismo moderado se tenía que comunicar a inspección y cogía el nivel de caso grave y cuando inspección analizaba el caso se daba cuenta de que las causas eran para llegar tarde”, ha explicado Bardina. El otro punto que se refuerza es la autonomía de centro, para que los propios recintos escolares tengan la protesta de dictaminar cuando el caso puede ser absentismo o no. Los datos de los últimos años indican que no ha habido cambios significativos en absentismo. Durante el curso 2021-22 hubo 68, en el curso 2022-23 hubo 61 y en el último año cuatro más, 65. “Es bastante estable, no hay una tendencia al incremento”, ha valorado la directora del departamento de Inspección, Calidad Educativa y Recursos Humanos, Eugènia Duró, durante la comparecencia que han hecho este lunes. Entre las cifras del último curso, 18 de los expedientes abiertos fueron crónicos, es decir, aquellos que tienen una frecuencia de ausencias de un curso escolar. “Aquí dentro encontramos casuísticas muy variables”, ha explicado Duró, que ha añadido que normalmente “entendemos que detrás hay algo más”.
En este sentido, en este apartado se incluirían episodios vinculados con asuntos sociales o temas relacionados con el acoso escolar por el que “el alumno acaba rechazando el entorno escolar”, ha especificado la directora de Inspección. Entrando más en el detalle, el sistema educativo donde hubo más casos fue el andorrano con 25, seguido por el francés con 23 y 13 el español. En cuanto al género, un 57% de las ausencias fueron realizadas por los hombres y un 43% por mujeres. Con estas modificaciones “seguramente las cifras variarán a la baja”, ha declarado Bardina. Por otro lado, el reglamento para el acoso se ha revisado porque no se tocaba desde 2016 y el contexto ha cambiado. “Lo adecuamos y lo modernizamos para dar respuesta a las tendencias actuales”, ha aseverado Bardina. Concretamente, se moderniza el concepto y definición del acoso, se incorpora el término del tratamiento verbal y social y también se incorpora el número de acosadores, ya que puede ser que sea un grupo de alumnos quienes acosen a otro, una situación que no se contemplaba en el antiguo texto porque sólo aparecía un individuo acosando a otro. También se amplían las tipologías de los alumnos acosadores, que pasan a ser de tres perfiles a cinco con el nuevo programa. En este sentido, se pone énfasis en los alumnos que intervienen en el proceso. El punto más importante del decreto es dar una respuesta más rápida. En seguida que haya un indicio o una sospecha de acoso se activará el protocolo de acoso. Esto se instaura porque la administración considera que “dará más garantía de éxito” y porque es la única manera que tenemos de ir mucho más rápidos a la hora de hacer una evaluación del caso, de decidir si realmente es un acoso y de intervenir”, ha declarado Bardina. Ante esta premisa, el político ha asegurado que prevén que “la cifra de acoso podría aumentar porque cuando haya un indicio en seguida habrá una notificación”. Finalmente, se creará una comisión de lucha contra esta problemática para poder hacer un seguimiento más esmerado y hacer propuestas de mejora. Los datos de los casos de acoso en los centros del último curso son de 37. Unos números más altos que en los últimos dos años, dado que tanto en 2021-22 como el 22-23 hubo 21. Gobierno tiene diferentes canales para hacer prevención como la aplicación para dispositivos móviles B Resuelve o una línea de teléfono para denunciar casos cuando los centros no los puedan detectar. Sin embargo, la aplicación no la tienen integrada todos los centros educativos y el índice de llamadas que se reciben por teléfono “es muy bajo”, ha confirmado Duró. Por este motivo, Bardina ha animado a los centros a que se impliquen con la APP porque es otro camino por denunciar.
Reunión para decidir si uno de los alumnos agresores se le aparta del centro educativo de Encamp
Los alumnos que agredieron a otro individuo en un centro educativo de Encamp, la semana pasada, han sido expulsados durante cuatro días a raíz de la agresión que propiciaron a un compañero. Así lo ha explicado el secretario de Estado de Educación, Josep Anton Bardina. El político también ha anunciado que este martes el equipo directivo y educativo tomarán una decisión sobre si hay que apartar o debe seguir estudiando en el centro a uno de los agresores, ya que éste ya tiene 16 años. De momento los agresores están expulsados y hasta el jueves no se reincorporarán a las aulas. De todas maneras, su retorno será progresivo porque “harán un trabajo específico con la técnica especializada”, ha relatado Bardina.