La policía desmanteló el martes un piso donde se ejercía la prostitución y detuvo a la mujer que la favorecería como presunta autora de un delito contra la libertad sexual.
La investigación policial se inició a raíz de la detención, el lunes por la tarde en la frontera del río Runer, de una mujer de 24 años como presunta autora de un delito contra la salud pública cuando accedía al país en un autobús de línea regular. Bajo el asiento donde viajaba se encontró un bote de plástico con cerca de tres gramos de marihuana y durante el allanamiento en su equipaje y asuntos personales, una vez en las dependencias policiales de la frontera, se localizó una bolsa con 44,4 gramos de tusi distribuida en varios envoltorios. Los investigadores de la policía sospecharon en seguida que podría estar vinculada con la prostitución y las indagaciones acabaron dando sus frutos el martes, cuando identificaron a otra mujer, de 38 años, que sería la persona que estaría favoreciendo esta actividad y que también se dedicaría a ello. El piso donde ejercían la prostitución, un apartamento turístico situado en Escaldes-Engordany, estaba alquilado a su nombre durante dos meses. Durante el allanamiento en el inmueble, que se efectuó el mismo martes por la noche con autorización judicial, se encontraron varios elementos que demostrarían la actividad. La investigación, que se ha judicializado, continúa abierta y no se descartan más detenciones. Los expertos de la policía sospechan que la droga podía ir destinada a los posibles clientes.
Aunque popularmente se conoce la tusis como ‘cocaína rosa’, acostumbra a ser una mezcla de varias sustancias y no necesariamente contiene cocaína. En este caso, el estupefaciente decomisado dio positivo en éxtasis.