Los cónsules de Ordino consideran que los propietarios de tierra “no han hecho una buena lectura” del plan de urbanismo y advierten de que lo que no se hará “es volver atrás”. “Hemos hecho un ejercicio de garantía”, ha defendido el cónsul menor, Eduard Betriu, que también ha defendido que “hay zonas de crecimiento y se puede crecer mucho”.
Los cónsules han defendido el nuevo POUP. “Es provechoso para todos, para la parroquia y para Andorra en general”, han argumentado y han valorado que si finalmente acuden a la justicia “están en su derecho” y que entonces habría que ver si se dictamina si el POUP es conforme a la ley o no.
La cónsul mayor, María del Mar Coma, ha defendido que cada vez que los propietarios han pedido una reunión desde la comuna se ha estado “abierto” a reunirse con ellos, pero también ha dejado claro que lo que no pueden hacer es que expongan sus demandas y que automáticamente se les dé la razón. En este sentido, ha defendido que no volverán “atrás” y “‘machacarlo todo” y han considerado que hay que “ser realistas” con sus demandas, ya que por ejemplo la parcela mínima de 2.500 metros “será de agradecer” y además se prevén “zonas de crecimiento y todavía se puede crecer mucho”, según ha completado Betriu.
En este sentido, Coma ha defendido que cuando argumentan que “han perdido valor” de sus tierras hay que pedirse “qué valor”, ya que habría que saber “si tienes comprador, porque si no el valor es muy relativo”. En este sentido, ha puesto el ejemplo de terrenos que hoy en día no tienen ni acceso y que con el anterior plan serían urbanizables y se ha pedido cuánto valdrían en este caso.
“Estamos dando la opción a que la tierra un día valga algo”, ha argumentado Coma mientras que el cónsul menor ha añadido que hay mucha gente que aplaude los cambios y que si no hubieran hecho nada “habríamos hecho tarde”. También han defendido que no se pueden atender intereses particulares. “No podemos hacer un plan de urbanismo con nombres y apellidos”, ha apostillado Coma.
La cónsul mayor también ha puesto sobre la mesa que desde la asociación de propietarios no se hagan propuestas concretas. Un aspecto que también han subrayado desde la oposición. El conseller Enric Dolsa se ha mostrado “sorprendido” de que el presidente de la asociación de propietarios de tierras, Josep Duró, no haya contactado con él y ha confirmado que sí ha hecho llegar una carta a su compañera de filas, Jordina Bringué, que ha explicado que la misiva incluye la demanda de una “reunión comunitaria para discutir las consecuencias” del nuevo plan y la posibilidad de que el proyecto acabe en los tribunales.
En este sentido, Dolsa ha defendido que deberían especificar cuáles son las demandas concretas, ya que “con generalidades, no se puede entrar”. En este sentido, ha recordado que desde la minoría, a pesar de no haber trabajado el proyecto urbanístico y no haber podido “incidido” sí se cree que es “más justo” que lo que había hecho el anterior mandato. “Si es mejor, no lo sé”, ha apostillado, y ha añadido que “tampoco” sabe “qué quiere” el presidente de la asociación.
Dolsa ha manifestado que si desde la APTA creen que el POUP “lesiona sus derechos tienen todo el derecho” de ir a la justicia, pero también ha lamentado que si se opta por esta opción “se alargará aún más todo el proceso” cuando el POUP ya está en la recta final.