Las obras de construcción del centro de salud mental de L’Alt Pirineu en una parte del edificio del Seminario Diocesano de La Seu d’Urgell, promovido por el Obispado de Urgell, se han iniciado formalmente este lunes, con la firma del acta de replanteo. El promotor de las obras es el Obispado de Urgell y se llevarán a cabo en el ala izquierda del edificio (sector de san Luis) con una superficie construida para rehabilitar de 5.800 m² y una superficie de urbanización exterior de 4.900 m². La duración prevista de las obras es de 18 meses y la inversión total es de 11,7 millones de euros, incluyendo los equipamientos y el mobiliario.
Los servicios que el centro ofrecerá son fundamentalmente hospitalización polivalente de adultos, hospitalización infanto-juvenil, hospital de día infanto-juvenil, hospital de día de adultos, hogar residencia abierta y espacio multidisciplinario ‘Ágora’ con una capacidad prevista de 97 personas atendidas. Se ofrecerán servicios de salud mental que complementarán la oferta actualmente existente, mediante equipamientos de ingreso y comunitarios en el ámbito sanitario y social, concertados con Andorra y Cataluña.
El centro dará atención a las personas de La Vall d’Aran, Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Alta Ribagorça, Cerdanya, Alt Urgell, Ripollès, Noguera, Segarra y el Principado de Andorra.
La redacción del proyecto técnico ha corrido a cargo de la empresa Vitaller Arquitectos, especializada en los ámbitos de la arquitectura sanitaria, de investigación y de servicios sociales. Por su parte, la construcción correrá a cargo de la Constructora Urcotex, empresa dedicada a la obra pública, construcciones civiles y restauración monumental.
El centro será gestionado por Benito Menni Complejo Asistencial en Salud Mental (CASM) que es un grupo de centros asistenciales, concertados con la Generalidad de Cataluña, que pertenece a las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Los valores que rigen la institución y toda su actividad son la hospitalidad, entendida como un servicio a los demás, cuidar y acompañar, integrando “ciencia y caridad”, en palabras de san Benito Menni, su fundador; la calidad en la atención sanitaria y social, basada en el trabajo y el compromiso de todos en la mejora continua y en el camino hacia la excelencia; y la ética como una forma de sentir, pensar y actuar; y la priorización y sensibilidad hacia las necesidades de las personas más desfavorecidas, según recuerdan desde el Obispado. El modelo asistencial de Benitto Menni es la recuperación e integración a la comunidad ofreciéndoles un proyecto de vida para profundizar en ellos y ganar así la máxima libertad y normalización.