La policía detuvo el viernes por la noche en Arinsal a una pareja de turistas de 46 y 45 años como presuntos autores de delitos contra la integridad física y moral y por violencia de género. Al llegar a los lugares de los hechos, los agentes constataron cómo la pareja se había agredido mutuamente, ya que ambos presentaban diferentes agarres en la cara. Paralelamente, la policía también tuvo la madrugada del sábado en Canillo a otro hombre de 40 años tras discutir con su pareja y darle un golpe de puño en la cara que le provocó una herida sangrienta en el labio inferior.
Por otro lado, dos turistas de 23 y 24 años fueron detenidos la tarde del viernes en un control preventivo de carretera en la rotonda de L’Aldosa de Canillo por un delito contra la seguridad colectiva. Los ocupantes llevaban dentro del turismo un spray de defensa de una categoría prohibida por su puerto y también fueron echados con 1,5 gramos de cocaína.
Precisamente, y en cuanto a los delitos contra la salud pública, la policía ha detenido a otras tres personas durante el fin de semana. La tarde del viernes se detuvo a un turista de 27 años en la frontera del río Runer con 0,7 gramos de cocaína. La madrugada del sábado, en el interior de un turismo estacionado en un aparcamiento comunal de Soldeu, se detuvo a un hombre residente de 32 años con 0,9 gramos de éxtasis, y al mediodía del mismo sábado se controló en la frontera con España a otro turista de 36 años cuando intentaba acceder al Principado con 1 gramo de cocaína.
En relación con la conducción bajo los efectos del alcohol, un hombre de 46 años fue controlado por agentes de circulación en el Paso de la Casa mientras circulaba con las luces del vehículo apagadas y contra dirección por una calle de la villa. La prueba de alcoholemia dio un resultado positivo de 1,56. La madrugada del domingo la policía también detuvo en Andorra la Vella a un joven de 21 años con una tasa de 1,27 tras haber cometido una infracción de circulación.
Por otro lado, los agentes detuvieron en Escaldes-Engordany a un conductor de 27 años con una tasa de 1,27 que se encontraba parado en la vía pública justo delante de la puerta de un aparcamiento privado. En un primer momento, el hombre se negó a realizar la prueba de alcoholemia, aunque finalmente accedió.
Por último, la tarde del domingo en Sant Julià de Lòria la policía detuvo al conductor de un vehículo que circulaba a una velocidad excesiva. Se trata de un hombre de 47 años que dio una tasa de 1,10.