Tras doce años de su entrada en vigor, la comuna de Andorra la Vella ha decidido sacar adelante una actualización de la ordenación reguladora de la instalación de terrazas anexas a los establecimientos de hostelería. El nuevo texto, que fue aprobado en sesión de consejo de común la semana pasada, se ha actualizado principalmente “con la voluntad de simplificar los trámites de autorización” y con el fin de mejorar la convivencia con la vecindad.
Tal y como explicó la consellera de Trámites, Tributos y Deudores, Susagna Mosquera, en la nueva ordenación se ha suprimido la necesidad de solicitar autorización para las terrazas que se emplazan en suelo de titularidad privada, y la obligatoriedad de renovar las autorizaciones de las terrazas temporales para aquellos negocios que tengan la intención de disponer de ellas durante el año siguiente, eliminando así unos trámites que se consideran “innecesarios”.
Por otro lado, también se ha actualizado el importe de las sanciones, que después de doce años sin revisión “habían quedado obsoletos, habiendo perdido así, buena parte de su efecto disuasivo”, según consta en el texto publicado este miércoles en el Boletín Oficial del Principado de Andorra (BOPA). De este modo, se incrementa el importe de la sanción máxima, que hasta ahora podía ser de 1.200 euros por faltas muy graves (se consideraba muy grave la reincidencia en dos o más faltas graves) y se pasa a 2.000 euros, una multa a la que se enfrentarán aquellos que ocupen la vía pública sin disponer de la autorización comunal correspondiente.. Mosquera también explicó en sesión de consejo de común que si el importe se hace efectivo en diez días desde la notificación se podrá disfrutar de un 50% de descuento en el importe de la sanción.
La consellera explicó que desde la comuna se ha realizado una serie de visitas a los establecimientos con el fin de exponerles la legislación vigente y comentar los problemas con los que se pueden encontrar. Mosquera enfatizó que el objetivo es arreglar estos espacios, que haya una buena vecindad y respetar el descanso de los vecinos, haciendo que los establecimientos puedan tener una oferta atractiva para sus clientes. El conseller de la oposición Miquel Canturri valoró que la ordenación vigente era “muy antigua y había que ir adelante” y recordó el trabajo ya realizado en el anterior mandato para “arreglar” el espacio público, un trabajo que considera que dio buenos resultados.
La ordenación establece que el horario de funcionamiento de las terrazas queda establecido entre las ocho de la mañana y las dos de la madrugada y también se determina que de manera excepcional, la comuna podrá autorizar la ampliación del horario de apertura de las terrazas, indicando en qué zonas y hasta qué hora podrán estar abiertas. Este horario también se modifica, ya que en la ordenación de 2012 se fijaba entre las diez de la mañana y la una de la madrugada.
Y en el apartado específico de las sanciones, cabe destacar que el importe mínimo es de 500 euros, cuando hasta ahora el mínimo era de 150 por las faltas leves. La ordenación también fija en una disposición derogatoria, que el reglamento del 26 de junio de 2018 de terrazas de la avenida Meritxell y de la plaza de la Rotonda y el reglamento del 18 de marzo de 2021 de terrazas de las calles Callaueta y Sant Esteve quedan vigentes.
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