La policía de Andorra ha efectuado un total de 1.721 controles durante la campaña de verano contra la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas que ha estado en marcha entre el 19 de julio y el 18 de agosto.
Los controles, que han tenido lugar tanto de día como de noche en diversos puntos de la red viaria, han finalizado con un balance de 36 personas detenidas.
Son 31 hombres y 5 mujeres, la gran mayoría, residentes en el país.
Del total, 31 han sido arrestadas por positivos de alcoholemia; 3 más, por tóxicos, y 2 por positivos tanto de alcohol como de drogas.
Doce conductores se han visto implicados en accidentes de tráfico, todos de daños materiales excepto uno, en la rotonda de Aixovall, en el que resultó herida la conductora de otro vehículo.
En cuanto a las tasas de alcoholemia, doce han sido positivos de entre 0,87 y 1,20; once han registrado tasas de entre 1,21 y 1,60; tres más se han situado entre 1,61 y 2 y, finalmente, un total de siete han superado los 2 gramos de alcohol por litro de sangre, siendo un positivo de 3,25 el más elevado. Además, dos de las personas detenidas, tenían el permiso de conducir suspendido.
Respecto a las edades, del total de arrestados, nueve tienen entre 18 y 25 años; doce más, entre 26 y 40, y los otros quince, más de 40 años.
En cuanto a sanciones administrativas, se han impuesto 19.
Los principales objetivos: concienciar y evitar accidentes
Las campañas contra la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas siguen el plan de actuación marcado por el ministerio de Justicia e Interior a propuesta de la policía con el objetivo de mejorar la seguridad en las carreteras y reducir la siniestralidad.
La finalidad es, por tanto, contribuir a disuadir y prevenir conductas de riesgo para frenar los accidentes.
Estas acciones se convierten, al mismo tiempo, en una herramienta para insistir en la importancia de no mezclar alcohol o drogas con la conducción porque hacerlo puede acarrear consecuencias muy graves, tanto para las personas que consumen como para el resto de usuarios de la red viaria.
El cuerpo recuerda que los conductores de bicicletas, patinetes u otros vehículos de movilidad personal (VMP) también deben respetar el Código de la circulación y no están exentos de las consecuencias administrativas y penales de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, así como de los riesgos que implica.
La policía aboga por el consumo cero de bebidas alcohólicas y de drogas para evitar, sobre todo, que se tengan que lamentar daños personales que pueden ser irreparables.