El Museo de Tortosa abre este martes 26 de mayo nuevamente sus salas a la obra pictórica de Albert Fabà (Tortosa, 1927). La muestra 'Albert Fabà o la revuelta permanente', inaugurada el 7 de marzo con la presencia del autor, se vio afectada la semana siguiente por la orden de confinamiento decretada dentro del estado de alarma, tras el avance de la pandemia de coronavirus en el país.
Ahora, casi dos meses y medio después, la sala Antoni Garcia del Museo de Tortosa recupera la actividad y ya vuelve a permitir la visita a la exposición temporal. Eso sí, hay que seguir las medidas sanitarias vigentes para garantizar la salud de todas las personas: se puede acceder de manera individual o en grupos de convivencia, con aforo limitado. Durante la visita se debe llevar puesta la mascarilla, tanto los adultos como los niños. Hay que respetar la distancia física de dos metros y seguir las instrucciones del personal del Museo para evitar el contacto. No hay servicio de guardarropa ni consignas.
El horario de visita es de martes a viernes, de 10 a 13.30 h, y los sábados, de 17 a 19.30 h. La muestra se podrá visitar hasta el 27 de junio.
La exposición sobre la obra de Albert Fabà ha sido producida por el Museo de Tortosa y presenta una selección comisariada por Ivan Favà. Las obras que se muestran documentan un momento de gran efervescencia creativa del artista, comprendido entre 1966 y 1976. Son obras de vanguardia que coinciden con el realismo de tipo crítico dominante en aquellos años. El comisario de la exposición señala que "el artista creó una poética personal, ligada a su potente personalidad, que le llevó a denunciar las injusticias universales", explica Ivan Favà.
Albert Fabà formó parte muy pronto del mundo artístico y cultural de una ciudad que se reconstruía después de la derrota de la Guerra Civil. Estuvo presente y activo en las asociaciones culturales y grupos de artistas que se originaron en plena posguerra en nuestra ciudad. A modo de ejemplo, cabe destacar su relación con el Círculo Artístico o con el grupo Delta 51.
Años más tarde, se vinculó al grupo de intelectuales y artistas plásticos Macla 65. Este grupo se caracterizó por la praxis de un realismo crítico y la defensa del arte como herramienta de concienciación política y transformación social.