La Comisión Territorial de Urbanismo de las Tierras del Ebro ha aprobado inicialmente el Plan especial urbanístico autónomo que permitirá la construcción de una planta de producción de biometano en el polígono 32, parcela 1, en el límite sur del término municipal de Tortosa. La futura instalación se situará a 3,6 km de Campredó, a 3,2 km de la Aldea y a 4,6 km del Lligallo del Gànguil.
El proyecto, impulsado por la empresa BIO SALAS SL, tendrá una superficie de 85.101 m² y se considera una infraestructura de utilidad pública destinada a la gestión de residuos. El objetivo es transformar residuos orgánicos y subproductos animales no aptos para el consumo humano en gas renovable (biometano), bioCO₂ y productos agronómicos de alto valor.
Economía circular y sostenibilidad
Entre las materias que se prevé tratar se encuentran las gallinazas, lo que permitirá reducir la contaminación de los acuíferos por nitratos y dar una salida sostenible a los excedentes de las granjas locales.
Este proyecto se alinea con la Estrategia catalana de biogás 2024-2030, aprobada recientemente por la Generalitat, que promueve la valorización de deyecciones ganaderas y residuos orgánicos para obtener biogás y aprovecharlo para la generación de calor, electricidad, biometano o biofertilizantes.
Condiciones urbanísticas y medioambientales
La aprobación inicial del Plan urbanístico abre la puerta al análisis detallado de las condiciones para que la actividad sea compatible con los requerimientos sectoriales, urbanísticos y medioambientales. En concreto, el documento califica el ámbito como “sistema de infraestructuras de servicios técnicos”, fijando los parámetros necesarios para la implantación de la planta.