Una treintena de personas han participado este domingo en la caminata de los brigadistas entre Batea y Corbera de Ebro, una actividad que ha rememorado la retirada del batallón Lincoln-Washington.
La salida, de unos 30 kilómetros a pie, ha sido contextualizada por Anna Martí, quien ha explicado cómo la noche del 1 de abril de 1938, los integrantes del batallón huían de las tropas franquistas. El cansancio, el hambre y la baja moral tuvieron una incidencia directa en la retirada.
La caminata la organiza desde hace cuatro años la bodega Herència Altés y a lo largo de la ruta los participantes han hecho un ejercicio de memoria histórica al intentar ponerse en la piel de los soldados republicanos locales e internacionales que lucharon en la Guerra Civil española.