“Quimera” gana el premio del jurado de la XII edición de A Cel Obert

La intervención “Ventanas”, de la Fundación Mercè Pla, gana el premio Deltachamber y el de los niños

06 de octubre de 2025 a las 08:02h

Entre el 3 y el 5 de octubre, Tortosa ha acogido la XII edición del festival de arte efímero A Cel Obert que llena los patios y los claustros del casco antiguo de Tortosa con el fin de seguir apostando por la cultura y por acercar el patrimonio arquitectónico a la ciudadanía. Durante estos días, se han podido visitar un total de 15 intervenciones artísticas, en esta ocasión, inspiradas en el mundo de los sueños.

Este domingo por la mañana se han dado a conocer los ganadores de los premios en el Antiguo Matadero del Museo de Tortosa. El jurado estaba formado por: el arquitecto y director de Guiding Architects Barcelona, Lorenzo Kárász; el arquitecto y secretario de la demarcación del COAC en las Tierras del Ebro, Enric Roig; y la directora de arte y cofundadora del festival, Maria Bernad. Y, por unanimidad, han decidido otorgar el premio a la intervención “Quimera”, ubicada en el patio del convento de la Purísima Concepción Victoria. Sus autores, Adrian Thelen y Bartomeu Oliver, han instalado un contenedor de agua con espejos donde los visitantes ven su imagen distorsionada, al igual que los recuerdos de los sueños, generando una imagen invertida y alterada. El contenedor tiene forma de pirámide invertida y está ubicado en el mismo lugar donde se encuentra la antigua fuente del claustro del convento de la Purísima. Cada segundo, deja caer una gota de agua sobre la superficie del contenedor, generando una vibración constante en el agua y un juego de luces y sombras singular.

Quimera. Patio del convento de la Purísima Concepción Victoria. Ganadora del Festival. Premio del Jurado

El jurado también ha decidido entregar una mención especial a la obra “Arxius de somnis”, instalada en el Passatge Franquet, de los artistas Ariadna Yue y Roc Vendrell. Un largo pasillo de hilos con centenares de papeles con sueños escritos por alumnos de diferentes escuelas y que están suspendidos desde los balcones del pasaje. Una obra participativa donde todos los que quisieran también podían escribir y colgar su propio sueño.

Ahora bien, el premio del público se lo ha llevado la instalación “Anhelo”, ubicada en el interior de la Casa Bau, sede de la demarcación del Colegio de Arquitectos de las Tierras del Ebro (COAC). Ésta es una creación de los arquitectos, David Oliva y Elisenda Planas, de SP25 Arquitectura, que han sido invitados por el festival a la ciudad dentro del espacio “A Cel Cobert”. Planas nos explica que la obra nos habla de un sueño que preocupa a muchos jóvenes como es el hecho de tener tu propio hogar. Una instalación explícitamente reivindicativa con el derecho a la vivienda digna para todas las familias y que consiste en el esqueleto, la estructura por capas, de una casa que ha sido construida mediante centenares de plantillas de dibujo técnico, superpuestas, que a través de sus colores naranjas, verdes y amarillos, configuran una superficie vibrante que juega con la luz que entra por los grandes ventanales, emulando también las vidrieras de su parte trasera, del edificio modernista que lo acoge. En definitiva, como dicen sus autores, “una casa construida desde el sueño de vivir en ella” que, a buen seguro, veremos por otros puntos de Cataluña, ya que, a los arquitectos vigatanes ya les han hecho llegar otras ofertas expositivas.

En cuanto al premio de los niños y niñas, ha sido para “Ventanas”, ubicada en el Convento de las Servas de Jesús, una intervención muy especial, ya que ha sido creada artesanalmente por los chicos y chicas discapacitados de la Fundación Mercè Pla de Tortosa. Se trata de más de cien cajas de zapatos apiladas que configuran el skyline de una ciudad cuando llega la noche. Al más puro estilo de las casitas de muñecas de juguete, cada casa nos esconde una historia, una familia, un balcón, un negocio.... que se encienden y se apagan de forma intermitente y al ritmo de una música de fondo. Cuando todas las luces se apagan, es cuando los sueños empiezan a esparcirse por todos los rincones de la ciudad, llenándola de mundos imaginarios.

Esta es una instalación patrocinada por el Proyecto Transefímeros de la Red Transversal y procedente del festival Lluèrnia de Olot, donde había sido ideada también por los arquitectos de SP25 Arquitectura de Vic y coordinada por la directora de A Cel Obert, Cristina Bestratén.

Además, esta intervención se ha llevado también el premio de la organización del festival Deltachamber, el festival de música de cámara de Amposta. Un hecho que significa que, en la próxima edición, podrá ser el telón de fondo de uno de los conciertos del festival.

Las otras intervenciones que se han podido visitar a lo largo de todo este fin de semana han sido “Conexiones”, una propuesta de los alumnos de 5º de primaria de la Escuela de Sant Llàtzer, coordinada por la profesora Nines Casado Serra, ubicada en el patio del Antiguo Matadero. Esta obra simboliza la conexión entre el mundo real y el universo de los sueños y está hecha con puertas de madera de estilos y épocas diversas que han pintado los niños y niñas. Son las puertas que hacen que los sueños tengan vida y viajes de un sueño a otro paseando por todo el patio. Para hacerla posible, ha colaborado la empresa de Pots, pinturas y decoración; así como el Servicio Educativo del Baix Ebre. Hay que tener en cuenta que éste ha sido un proyecto escogido de entre una decena de maquetas que presentaron los alumnos de los diferentes centros educativos que se han podido visitar en los bajos de la Casa Bau.

En el patio del Palacio Montagut se ubicó la obra “Olores de Sueños”, creada por Isabel Pamela López y Andrea Tusell, y que simbolizaba un herbario flotante de plantas somníferas que han hecho interactuar al usuario intentando adivinar qué especie era a través del olor de las flores o semillas y leyendo una poesía sobre la planta. El enigma se resolvía al final del patio, donde estaba el listado con las trece especies de plantas, todas ellas autóctonas del clima mediterráneo. Desgraciadamente, la instalación no se ha podido disfrutar hasta el final, ya que, debido al viento de anoche, sufrió daños en la infraestructura.

Y aún en el casco antiguo, un nuevo espacio se ha recuperado para acoger una intervención del festival como lo es el Assoc, los Baños Árabes Viejos de la ciudad. Allí se ha ubicado “Vida Latente”, una creación de Anna Fonollosa, de Imaginary Landscape Factory, que ya se había expuesto en el festival Deltachamber de Amposta. En este caso, se trata de un pasillo donde hay organismos vivos que empiezan a brotar como semillas, bacterias o algas y, otros, que mueren. Los que mueren son los árboles de los bosques que sufren estrés hídrico a raíz de la sequía y los sonidos que se escuchan en la sala del fondo son los sonidos que hacen los árboles cuando se mueren y que se han podido registrar.

Otro de los nuevos espacios que se han incorporado en esta edición ha sido el interior de la Antigua Fábrica del Gas del barrio del Rastro, donde se ha podido ver una propuesta ideada por el alumnado de primero de arquitectura de la URV en Reus, en la que ha colaborado también el estudio de Rècop, de recuperación de bienes culturales, cediéndoles telas que han servido para proteger las murallas del castillo de la Suda que se están restaurando actualmente. De este modo, la instalación envuelve la estructura de la fábrica como si fuera un vestido blanco de una novia, con una larga cola, que se mueve cuando sopla el viento y que genera una serie de transparencias y juegos de luz que reivindica la memoria histórica para no olvidarnos de todo aquello que nos rodea del pasado. 

Pero no todos los sueños generan buenos recuerdos, por eso también había una intervención dedicada a los que nos dejan un mal sabor de boca. “Pesadillas” era la intervención que hemos podido visitar en el patio del Forn de la Canonja y que han creado los alumnos de ESARDI, la Escuela de Arte de Amposta, inspirándose en la pesadilla hecha realidad del incendio de Paüls que afectó a varias poblaciones de las Terres de l’Ebre. Por eso, la obra la integran varias cepas chamuscadas por el incendio de la zona de Tivenys y de Xerta. Los troncos, acompañados de unas luces rojas que simulaban el fuego, y con el sonido de fondo del crepitar de la madera cuando se quema, parecen seres fantásticos o arañas enormes que huyen por el pasillo hasta el exterior de la reja y más allá para que todo el mundo reflexione sobre los miedos individuales, inseguridades o preocupaciones que nos asedian. De día, la obra perdía todo este sentido terrorífico, para quedarse solo con el significado imponente de las cepas de árboles de varias especies quemadas y todas las heridas que tenían en la corteza causadas por el fuego.

El patio del Colegio de Sant Jaume i Sant Maties, del conjunto de los Reales Colegios, ha acogido la intervención “Umbrales de Ensueño”, de los artistas Zhifei Xu, Zimo Zhang y Luis Medina, que reproducía el arco de la entrada al patio con diversas telas de ropa blanca que colgaban desde el techo. Son los caminos indefinidos de los sueños que fluyen según el imaginario de cada uno y que, de noche, aún eran más espectaculares con un juego de luces y curvas de tonalidades azuladas.

En el otro patio de los Reales Colegios, en el de Sant Jordi i Sant Domènech, se encontraba “Hypnagogia”, de Alba Carbonell, Julian Pineda e Isabel Camarena; una instalación que ofrecía un recorrido sensorial que te transportaba desde la vigilia hasta el subconsciente mediante un laberinto de telas azules que finalizaba cuando se encontraba el pozo central, símbolo de la fase REM del sueño, su punto más álgido, y donde se podían escuchar sonidos y músicas a través de unos códigos QR.

Otra de las intervenciones invitadas ha sido la del patio del convento de St. Joan, sede de la Escuela de Arte y Diseño de la Diputación de Tarragona en Tortosa, que ha sido creada por las alumnas, Ariadna Tobar y Paula Delmonte, de la Escuela de Arte y Diseño de la Diputación de Tarragona en Reus con la intervención “Entre Nubes”. La obra consta de unas 500 piezas de vidrio reciclado, procedente de empresas vidrieras de Reus, que han pulido y trabajado artesanalmente para la ocasión y que se sostenían a través de hilos de pescar colgados desde la azotea. Los vidrios transparentes evocaban las nubes flotantes de los sueños y eran, a la vez, fragmentos de una realidad. Durante el día se podían ver reflejos de las hojas de los árboles del patio y cuando había silencio, se escuchaba el tintineo de las vidrieras.

Y continuando con las distorsiones oníricas de los sueños, otra propuesta similar era la de “Habitando el sueño”, del alumnado de segundo curso de Diseño de Interiores de la EASD de Valencia, en el calvario de Santa Clara. Una intervención inmersiva que invitaba al espectador a adentrarse en la naturaleza fragmentada de la percepción humana del sueño a través de un túnel triangular con luces rosadas y espejos rotos y superficies reflectantes que daban una sensación caleidoscópica. 

En el convento de las Siervas de Jesús había otra intervención en el patio exterior creada por una artista ebrense, Clara González, y también por Isaac Colin, llamada “Soñar la distopía: oasis de un futuro cercano”. Desgraciadamente, la intervención sufrió varios incidentes, puesto que la segunda noche se quedó sin suministro eléctrico y, más tarde, sufrió graves desperfectos a causa del fuerte viento que imposibilitaron que se mantuviera la estructura inicial. La obra era un laberinto circular de mantas ignífugas que nos conducían a un escenario yermo y con plantas secas, el oasis árido de un futuro próximo que puede dejar de ser un sueño para hacerse realidad como una de las consecuencias del cambio climático.

Finalmente, la decimoquinta parada nos llevaba hasta el patio de la Inmaculada del edificio de la EMD de Jesús. Allí estaba la instalación “Rhubarb”, del taller de arquitectos de Atelier Darn, invitados también por el festival. Nos presentaba el patio como un espacio inmersivo y de interacción para el espectador que podía mover los tubos creando formas y sonidos diferentes. Una figura geométrica presidía el pozo central y estaba elaborada con materiales sostenibles impresos con impresoras 3D y plásticos reciclados de origen vegetal. De noche, la luz de los focos daba una visión diferente al conjunto, con sombras cambiantes que evocaban la belleza efímera de los sueños y la imaginación.

Con todo, en la valoración final del festival, su organizadora, Cristina Bestratén, ha dicho que se han superado las cifras de participación de la anterior edición, ya que, los primeros datos recaudados por parte de algunos de los patios participantes indican que, solo ayer por la tarde, la sede del COAC y el convento de las Serves recibieron un total de 4.000 visitantes. Por lo tanto, una vez más, la muestra ha acogido a un gran número de asistentes, también venidos de todas partes, que han visitado la ciudad en un fin de semana lleno de actividades, ya que, también se celebraba la feria de las Entidades Sociales, la Noche de la Ciencia de la URV, el encuentro de Espeleólogos de Cataluña o el pistoletazo de salida de la campaña de dinamización comercial de los Bonos Tortosa.

En cuanto al año que viene, desde la organización ya se ha avanzado que la temática de 2026 será la Naturaleza.