-Ya hemos superado el ecuador de la legislatura, fuertemente marcada por la Covid-19. ¿Cómo valora estos dos primeros años de mandato al frente del Ayuntamiento de Ulldecona?
Han sido dos años extremadamente difíciles, sobre todo por la incertidumbre que ha generado la pandemia y por sus devastadores efectos a nivel sanitario y también económico. A pesar de ello, creo que podemos sacar algunas lecciones positivas y me quedo con la solidaridad mostrada por la mayoría de vecinos y vecinas de Ulldecona, de Els Valentins, Barri Castell, Sant Joan del Pas, Les Ventalles y La Miliana en los momentos más complicados. Hemos recibido apoyo y ayuda de muchísimas personas para poder afrontar esta situación inesperada y poderla superar. El balance en este aspecto es positivo y estoy especialmente satisfecha de la respuesta que el Gobierno municipal ha dado a la emergencia, trabajando 24 horas al día 7 días a la semana.
-Después de lo que ha supuesto la pandemia, las últimas inundaciones del mes de septiembre han provocado muchos daños en Ulldecona e incluso se ha pedido la declaración de zona catastrófica. ¿Qué pérdidas se han tenido que sufrir y en qué situación están los aldeanos y aldeanas afectados?
Las inundaciones han provocado, sobre todo, afectaciones graves en varias viviendas en la zona de la Bassa del Montsià y daños importantes en algunas empresas situadas en el polígono industrial Valldepins. Aparte de estos, en el ámbito público, tenemos un panorama desolador, sobre todo en lo que se refiere a caminos municipales. De momento, hemos contado una cincuentena de caminos completamente arrasados, con puentes que se ha llevado el agua. Esto supondrá una inversión millonaria que no podemos afrontar los ayuntamientos en solitario y necesitamos más que nunca el apoyo y recursos económicos por parte de todas las administraciones.
No se puede repetir lo que pasó en 2018 después de las inundaciones de octubre, cuando fuimos declarados zona catastrófica pero el dinero que salió del Estado para reparar daños no ha llegado en su totalidad a los ayuntamientos. En el caso de Ulldecona, nos vimos obligados a presentar un recurso contencioso administrativo, que aún no está resuelto, por la gestión que hizo la Generalitat de este fondo económico. Nos correspondían 750.000 euros y sólo se nos adjudicaron 100.000.
-Entiendo que la crisis provocada por la pandemia y las pérdidas provocadas por las últimas inundaciones han comportado una situación económica complicada en Ulldecona. ¿Qué se está haciendo desde el Ayuntamiento para reactivar la economía del municipio?
Evidentemente, Ulldecona no se escapa de los efectos de la crisis económica que ha provocado la pandemia y sufrimos las consecuencias tanto a nivel industrial como a nivel del sector primario y sector servicios. Desde el Ayuntamiento hemos abierto en los últimos meses varias líneas de ayudas y subvenciones para establecimientos afectados por la Covid-19, así como también bonificaciones de tasas e impuestos, con partidas presupuestarias que han movilizado más de 150.000 euros. Seguiremos apoyando al tejido económico del municipio con todas aquellas acciones necesarias para poder afrontar la recuperación, consolidar los motores de desarrollo y activar nuevos.
-¿Cuáles son los proyectos que tendrán prioridad esta segunda parte de mandato?
Aparte de la consolidación de todos aquellos proyectos iniciados recientemente, como por ejemplo la municipalización de la residencia de personas mayores, así como también la recuperación de los caminos que comentábamos antes, en los próximos meses hay previstas obras importantes para mejorar el espacio público, sobre todo con actuaciones en varias calles del casco antiguo. Seguimos, al mismo tiempo, haciendo inversiones importantes en el Castillo para completar el proyecto de consolidación de las estructuras arqueológicas existentes. Otro de los equipamientos públicos donde se invertirá próximamente es la Escuela Ramón y Cajal, con la cubierta de la pista polideportiva y otras mejoras, que fueron la obra elegida en el proceso de los presupuestos participativos de este año.
-Se ha invertido más de medio millón de euros en el cambio del alumbrado público para fomentar el ahorro energético y económico. ¿Era una de las prioridades del gobierno?
Sí, y es una de las medidas más importantes de fomento del ahorro energético y económico que se ha llevado a cabo nunca en Ulldecona. La inversión de más de medio millón de euros para la sustitución de luminarias y conductores eléctricos ha sido posible gracias a los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER) y permitirán un notable ahorro energético, convirtiéndose en una de las inversiones más rentables hechas en los últimos años en el municipio, tanto a nivel económico como a nivel de sostenibilidad medioambiental.
La luminarias cambiadas eran mayoritariamente de vapor de mercurio, con un consumo por luminaria de 125 W y 250 W, y algunas también de halogenuros metálicos o de vapor de sodio de alta presión, con una potencia entre los 100 W y los 150 W. En total se han cambiado un millar de puntos de luz y en la mayor parte de los casos también el brazo que los sujeta a las fachadas o a las aceras.
El consumo de la instalación era de 624.237 kWh/año y pasará a ser de 119.602 kWh/año. A nivel económico esto supone pasar de un coste de más de 83.000 euros a uno de 16.000 euros. Por lo tanto, significa un ahorro anual aproximado de 67.000 euros. A nivel medioambiental, se pasa de unos datos de emisión de 240.331'24 a 46.046'77 kg de CO2 eq. Esto se traduce en una reducción, por lo tanto, de 194'28 toneladas de CO2 al año (43'39 tep/año – tonelada equivalente de petróleo), según los datos del proyecto técnico.
-Salvem Lo Montsià y GEPEC piden un plan estratégico de actividades extractivas en Ulldecona consensuado entre todos los actores implicados. ¿Qué piensa el Ayuntamiento de esto?
Hemos mostrado nuestra disposición, mediante el estudio de todas las vías posibles, a encontrar el necesario equilibrio entre la preservación del entorno natural y el mantenimiento de la actividad industrial. Más, en el caso de la extracción de piedra natural, como uno de los sectores con más peso dentro de la economía local, tanto actualmente como históricamente. Estamos hablando de un sector industrial que engloba no sólo la extracción, sino también el trabajo en piedra, y que ha internacionalizado el nombre de nuestro pueblo, con el trabajo realizado por numerosos profesionales picapedreros y arquitectos de prestigio que han llevado este recurso natural a centenares de equipamientos públicos y privados de todo el mundo.
Desde el Gobierno municipal estamos convencidos de que este equilibrio, esta compatibilidad, es posible y seguiremos trabajando conjuntamente con las empresas del sector, como siempre hemos hecho, y los diversos departamentos de la Generalitat que tienen competencias en la gestión de minas y medio ambiente para avanzar en esta cuestión.
