Los Servicios Sociales Básicos de La Ràpita trabajan para la protección y la promoción de la infancia en el municipio. Dentro de las actuaciones previstas de cara a favorecer la igualdad de oportunidades, durante 2020 se revisaron y cambiaron las bases de concesión de ayudas para la asistencia a la guardería municipal, incrementando los baremos económicos para beneficiar a más familias. Desde Servicios Sociales se concedieron 14 becas de servicio educativo y 8 de comedor.
Dentro del ámbito de protección a la infancia y la adolescencia, en 2020, hubo 103 niños y adolescentes de La Ràpita con expediente de riesgo abierto a infancia. La concejala de Políticas Sociales e Igualdad, Oona Tomàs, subraya que "a lo largo de 2020, se han abierto el doble de expedientes de riesgo que se abrieron en el año 2019. La mayoría de estos expedientes se abrieron por situaciones de violencia machista, por el conflicto abierto y crónico entre los progenitores con instrumentalización de los niños y también por sospechas de negligencia en el cuidado de sus hijos e hijas".
Para garantizar el acceso a un ocio educativo de calidad de los niños y adolescentes en situación económica vulnerable, desde el Ayuntamiento se ofrecen plazas subvencionadas para la asistencia de los chicos y chicas a actividades extraescolares. En la misma línea, dentro de las ayudas dinerarias directas también está prevista la solicitud de ayudas para este tipo de actividades. Este 2020, dada la situación de pandemia, sólo se han podido beneficiar 9 niños.
Durante el período de confinamiento, dado que los centros educativos estuvieron cerrados, fue el Servicio Básico de Atención Social quien, una vez el Departamento de Educación hizo llegar al Consejo Comarcal las tarjetas monedero para los beneficiarios de la beca de comedor escolar, distribuyó las 145 tarjetas a las familias de La Ràpita que lo requerían. Posteriormente, se amplió el listado de beneficiarios en 22 niños más. Por otra parte, un total de 47 niños y niñas de 10 a 16 años han disfrutado de las actividades del proyecto FutbolNet, el cual utiliza el deporte y la actividad física como herramienta de integración social.
En cuanto al Centro Abierto Municipal, a lo largo del año se han atendido 59 niños de edades comprendidas entre los 6 y los 15 años. Durante el confinamiento, el equipo educativo del centro realizó un seguimiento de cada uno de los 33 niños inscritos en el centro de forma telemática. Tomàs explica que "en el plazo de confinamiento, el equipo del centro daba directrices a las familias de cómo gestionar el confinamiento y apoyo en el ámbito escolar, ya que no todas las familias tenían las herramientas tecnológicas ni las habilidades necesarias para atender a sus hijos e hijas".
La actividad presencial en el Centro Abierto Municipal se reanudó el 22 de junio para afrontar las vacaciones escolares de verano. A las actividades de verano, que asistieron un total de 39 niños, los inscritos hacían refuerzo escolar y actividades de ocio. A diferencia de 2019, el servicio de comedor no se pudo hacer presencialmente a causa de las medidas de la Covid-19 y por tanto, los niños y niñas se llevaban el servicio de catering a casa. Por otra parte, en el servicio del Centro Abierto para el primer trimestre del curso escolar participaron 36 niños, 26 de estos pertenecientes a los 39 niños del verano y los otros 10 fueron derivaciones nuevas por parte del equipo de infancia de atención primaria.
