Las costureras de mascarillas de Alcanar, heroínas anónimas

27 de marzo de 2020 a las 13:27h

Las situaciones más complicadas hacen despertar la resiliencia humana, la solidaridad y el espíritu de comunidad. Y nuestro pueblo no es una excepción. Ante la crisis sanitaria y social que está golpeando el país, la primavera canareva ha hecho aflorar "Cosemos solidaridad".

Un grupo de más de setenta mujeres de Alcanar, las Casas y Alcanar Playa se han ofrecido voluntarias para coser solidaridad a través de un proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Alcanar para abastecer de mascarillas homologadas a la población en situación de riesgo y al comercio local.

Entre estas mujeres, de todas las edades, hay costureras profesionales, amas de casa, empresarias, etc. De hecho, la costurera más mayor, de 100 años, trabaja tranquilamente desde el comedor de su casa acompañada de su familia, que le echa una mano.

En las manos de estas mujeres está el reto de coser 3.000 mascarillas a contrarreloj. "Si protegemos a las personas más expuestas al virus, estamos cuidando a las personas que velan por nuestra salud o que nos proveen de productos de primera necesidad y, además, también nos protegemos todos y todas", explica Maribel Ramon, concejala de Acción Social y coordinadora del proyecto.

El proceso de elaboración implica un trabajo comunitario ejemplar, siguiendo las máximas medidas de seguridad. Tal como detalla Joan Roig, alcalde de Alcanar, "el Ayuntamiento recoge el material homologado en la empresa Robin Hat, de Rubí, y el hilo en una empresa del municipio. Después de esterilizar todo el material con el apoyo de dentistas locales, se reparte a las costureras. Ellas, desde casa, confeccionan mascarillas de dos tipos: homologadas para uso sanitario y de material hidrófugo para usar en el ámbito doméstico".

Una de las costureras explica que las mascarillas se confeccionan con un trozo de tela de 21 x 19 centímetros. "Se hacen tres pliegues en la ropa y se pasan los pespuntes con la máquina de coser, para enganchar también las gomas. Más sencillo no puede ser", comenta.

Una vez hechas las mascarillas, los dentistas vuelven a esterilizarlas. Acto seguido, el equipo de gobierno entrega una parte de estas mascarillas a los profesionales del Área de Servicios Sociales del consistorio para que las distribuyan adecuadamente a partir de sus datos de población de riesgo.

Paralelamente, miembros del equipo de gobierno y la Policía Local distribuyen otra parte de la producción entre los comerciantes del municipio. "El reparto se hace de manera progresiva, a medida que se van fabricando las mascarillas", detalla Jordi Bort, concejal de Gobernación.

Una empresaria local da las "gracias a las personas que confeccionan voluntariamente las mascarillas y al Ayuntamiento por pensar en las personas que tenemos el comercio abierto durante estos días de confinamiento". Por su parte, una farmacéutica del municipio agradece el hecho de "facilitarnos mascarillas para protegernos de la Covid-19 y poder ofrecer un mejor servicio a los vecinos de nuestro pueblo". También afirma que "entre todos ganaremos la batalla a la Covid-19".

Joan Roig, emocionado, agradece la tarea de todas las personas voluntarias de este proyecto: "Ahora mismo son los héroes y heroínas de nuestro municipio porque trabajan noche y día para protegernos a todos y todas". El consistorio también se ofrece para asesorar a otros municipios que quieran implantar la iniciativa. "Estamos abiertos a explicar cómo lo hemos articulado en el pueblo", dice Roig.