La Ràpita rechaza la propuesta del Ministerio, que pretende reducir el número de jornadas asignadas para las embarcaciones de arrastre, y defiende el sector pesquero catalán. El Ayuntamiento de la Ràpita se posiciona al lado del sector pesquero con el fin de que se pueda reconducir la situación creada y por ello, en el plenario ordinario del mes de mayo, llevará a aprobación una propuesta de alcaldía para mostrar el apoyo del consistorio y exteriorizar el malestar que está sufriendo el sector.
El alcalde de la Ràpita, Josep Caparrós, argumenta que "apoyamos por completo la postura que defiende el sector pesquero catalán porque esta medida que quiere aplicar el gobierno del Estado español, supone incertidumbre y preocupación entre los pescadores y pescadoras de la Ràpita ante las pérdidas económicas que les podría ocasionar".
Tal y como expone la Federación Nacional Catalana de Cofradías de Pescadores, así como también la Cofradía de Pescadores Verge del Carme, en su manifiesto, la reducción del número de jornadas asignadas para las embarcaciones de arrastre comportará que éstas dejen de ser viables socioeconómicamente, y su actividad profesional, tanto de armadores como de trabajadores, sus estructuras, sus mercados y la cuota de participación fundamental con la economía azul, pasará a ser residual y a más largo plazo, desaparecer.
La Ràpita rechaza la propuesta porque con esta limitación de la actividad profesional de los pescadores de embarcaciones de arrastre se malgastará el sector pesquero por inviabilidad económica, ya que alrededor del 70% de las ventas de pescado provienen de esta modalidad.
