Esta semana ha comenzado la campaña anual de excavaciones en la residencia fortificada de Sant Jaume d'Alcanar, tras el parón de 2020 por la covid-19, y se alargará hasta finales de agosto. Debido a las medidas marcadas por el Procicat para contener la pandemia, sin embargo, la vigésimo tercera campaña del Grupo de Investigación en Arqueología Protohistórica (GRAP) de la Universidad de Barcelona (UB) estará formada por un número reducido de diez arqueólogos.
David Garcia, arqueólogo y director de la campaña, explica que está previsto trabajar "en cuatro espacios diferentes: primero en la capilla del ámbito A7, donde básicamente terminaremos su excavación; y luego en el espacio A14, que es el más pequeño y recóndito del asentamiento y del que aún no tenemos mucha información. También trabajaremos en la zona de la entrada de la residencia, que nunca deja de dar sorpresas interesantes; y en el espacio extramuros entre torres, donde tenemos especialmente ganas de excavar para conocer mejor el gran horno exterior, de más de un metro de diámetro, que apareció allí y los extraordinarios cimientos de cajones, de tradición fenicia, descubiertos en su momento en este sector y encima de los cuales se levanta el edificio". Un año más, la campaña de excavaciones cuenta con la financiación que otorga el Ayuntamiento de Alcanar y la aportación del Departamento de Cultura de la Generalitat.
Las diferentes campañas han confirmado la calidad del yacimiento de la Primera Edad del Hierro. Según los expertos, su situación costera permitió mantener un contacto intenso con los primeros comerciantes mediterráneos que llegaron hasta nuestras costas, los fenicios, y esto generó un contacto comercial entre las rutas del Ebro y el Mediterráneo.
Además de resultar muy rico en hallazgos materiales, los arqueólogos valoran el excepcional estado de conservación de las estructuras, que en algunos casos cuentan con muros originales de hasta dos metros de altura originales. Además, los descubrimientos que se han realizado han permitido hacer reinterpretaciones del mundo preibérico en el país, en aspectos como la organización social, o los elementos constructivos y de defensa.
Las principales líneas de estudio actuales del GRAP parten de la campaña de excavaciones del año 2019, en la que hubo sorpresas, como el descubrimiento de un espacio sagrado o el hecho de que la residencia fuera construida sobre cimientos de tipo fenicio. También se está estudiando en la hipótesis de que el yacimiento fue orientado hacia algún lugar en concreto, como la luna o el sol, por determinadas creencias.
Un museo virtual
El GRAP también está trabajando en la elaboración de un museo en la plataforma Sketchlab que permitirá observar de cerca y en 3D las piezas que a lo largo de los años se han ido descubriendo en diferentes yacimientos como el de Sant Jaume o la Moleta del Remei. David Garcia asegura que con esta iniciativa "se quiere dar un paso en la divulgación del patrimonio ibérico llegando a todo el mundo y a públicos muy diversos". El GRAP también trabaja en un proyecto de impresión 3D para reproducir la vajilla que se encontró en el yacimiento de Sant Jaume Mas d'en Serra.