La fiesta de los toros en el Ebro prevé recuperar la normalidad esta temporada

24 de marzo de 2022 a las 13:56h

La fiesta de los toros en las Tierras del Ebro se prepara para recuperar "la normalidad" y programar los espectáculos y correbous habituales. El año pasado los días de toros y las actividades se redujeron a la mitad –de 205 días en 2019, a 102; y de 440 espectáculos en 2019, a 173-. También se realizaron muchos menos toros embolados – de 128 a 63- y solo 1 toro capllaçat –de los 54, de 2019-. El Gobierno se ha reunido, este miércoles, con los veterinarios y las peñas y comisiones taurinas para hacer balance de la atípica, pero finalmente posible, temporada taurina del año pasado en las Tierras del Ebro. El otro balance "positivo" es que no ha habido ninguna denuncia por incumplimiento de las buenas prácticas –en suelen haber una quincena cada año, y 3 o 4 sanciones-.

La temporada taurina de las Tierras del Ebro quedó completamente anulada en 2020. Después del confinamiento estricto por la covid, el plan de reanudación del Procicat para las actividades culturales no permitió la celebración de correbous y la fiesta quedó totalmente paralizada, a pesar de las advertencias por la situación de las ganaderías de toros bravos, que dependen de la fiesta y los correbous, estaban sufriendo para alimentar a los animales, y tuvieron que sacrificar algunos.

El año pasado la temporada taurina no pudo arrancar hasta la fiesta mayor de Sant Joan de l'Ampolla (Baix Ebre). Se estableció un protocolo con plazas portátiles o plazas con remolques, con aforo limitado y control de acceso a todos los pueblos. Para participar en los correbous en plaza o verlo como público se necesitaba un registro y una entrada. Sin toros en la calle y otras modalidades que no encajaban en este protocolo, los días y espectáculos organizados el año pasado se redujeron a la mitad, respecto de 2019.

Según los datos de la delegación del Gobierno en el Ebro, se celebraron 102 días de correbous, 63 toros embolados, 1 de capllaçat y 173 espectáculos taurinos. Hace tres años, habían sido 440 actividades taurinas en 205 días de correbous -128 embolados y 54 capllaçats-.

Sin denuncias

El delegado Albert Salvadó ha destacado que haya sido una temporada sin "conflictividad destacable" a pesar de las condiciones "de entorno" y las restricciones. No ha habido ninguna denuncia en toda la temporada y se atribuye a la reducción de los actos así como también a más "atención" de los organizadores para cumplir con el protocolo y las medidas sanitarias. Hace tres años se presentaron 17 denuncias y se impusieron 3 sanciones. "Es una muy buena noticia que se haya desarrollado sin ninguna incidencia remarcable", ha insistido Salvadó.

De hecho, la media de denuncias por incumplimiento de la normativa suele ser de una quincena cada año. Las gestiona Interior y solo una quinta parte acaba comportando sanciones para los ayuntamientos o organizadores. "Hay voluntad para hacer la fiesta bien y que se reduzca el número de denuncias porque significará que las cosas se hacen muy bien", ha apuntado Miquel Alonso, director de los servicios territoriales de Interior en el Ebro.

Para trabajar en este sentido, se reunió por primera vez a los alcaldes de los municipios que hacen fiestas con toros, la Agrupación de Comisiones y Peñas Taurinas de las Tierras del Ebro y los veterinarios que controlan las buenas prácticas durante los espectáculos, un encuentro que debe repetirse periódicamente, según Salvadó. Alonso ha detallado que ya han salido compromisos, como revisar y mejorar algunos corrales, uno de los motivos más recurrentes en las denuncias que se presentan. Otros suelen ir ligados al incumplimiento de los tiempos, por ejemplo, de la ignición de bolas de fuego en las astas de los toros, en los embolats.

La temporada taurina de las Tierras del Ebro comienza, desde hace unos años, por Sant Jordi en Aldover (Baix Ebre), y sigue en Mas de Barberans o Alcanar (Montsià) por las fiestas mayores de mayo. Este año se prevé que el calendario se pueda programar completo, hasta las fiestas de Sant Martí de Xerta –que cierran la temporada en noviembre-. Según datos de la Agrupación de 2019, el sector taurino y la fiesta de los correbous tiene un impacto en el territorio de más de 4 millones de euros.

Correbous en la escuela

El Gobierno ebrense, y en este caso el departamento de Educación, también tiene sobre la mesa el polémico proyecto de la entidad taurina para promover la fiesta en las escuelas e institutos. La delegada ebrense Montse Perelló declaró que las actividades y talleres extraescolares se supeditarían a la autonomía y dedicación de cada centro educativo, y el delegado del Gobierno ha precisado que se continúa evaluando. "No se trata de incorporar la propuesta al currículum sino como actividad extraescolar y en función de la autonomía de cada centro y el departamento lo está trabajando", ha explicado Salvadó. La asociación antitaurina Tots Som Poble ya hizo llegar su malestar a Educación.