La DO Terra Alta afronta una campaña de vendimia y comercialización "complicada"

04 de agosto de 2020 a las 11:33h
La DO Terra Alta se prepara para iniciar la campaña de vendimia en pocas semanas. Será una de las más "complicadas y diferentes" que se han vivido tanto en la recogida de uva como para la producción y comercialización del vino. Después de cosechar en verde 320 hectáreas, habrá que cuantificar las pérdidas de producción causadas por el mildiu, que ha afectado en diferentes grados a un 35% de las parcelas. La climatología en esta recta final será clave para mantener la óptima calidad actual de la uva, que necesita calor pero en ningún caso temperaturas extremas, que acelerarían la maduración. El parón de ventas por la covid también genera incertidumbre en cuál será el volumen de vino que las bodegas de la Terra Alta necesitarán para hacer frente a la demanda.
Los pronósticos y previsiones sobre la campaña de vendimia en la Terra Alta son este año complicados. La producción será inferior: 320 hectáreas se han cosechado en verde estas últimas semanas y el mildiu, aunque no ha causado los estragos sufridos en otras zonas de producción, también ha afectado a los viñedos de la comarca. Se calcula que entre el 30 y 35% de las parcelas han sufrido el hongo, aunque en diferentes grados de afectación. Hay algunas que sólo tienen entre un 5 o un 10% de la uva quemada por el mildiu y otras que ni se cosecharán.
Como explica el secretario del Consejo Regulador de la DO Terra Alta, Jordi Rius, la zona de producción tiene dos vientos que le van a favor para detener este hongo. La garbinada pero sobre todo el cierzo, seca la hoja de la cepa y minimiza el impacto del mildiu pero la comarca "no ha quedado al margen" y se contabilizan importantes daños en ciertos emplazamientos, sobre todo en las fincas que se trabajan con agricultura ecológica. "Los únicos productos que se pueden utilizar en la producción ecológica son de contacto y no penetrantes ni sistémicos, que tienen un efecto de choque más importante", ha recordado Rius.
En estas viñas sólo se puede utilizar cobre, que tiene un efecto preventivo pero no curativo, y los daños han sido diversos. "Lo que hay que hacer valer es el trabajo de los viticultores que cada vez son más profesionales y que en la Terra Alta los vientos aportan un equilibrio fantástico a la viña, desde que brota hasta que se vendimia", ha señalado el secretario de la DO. En cuanto a la calidad, la situación actual es buena, "pinta bien" como ha destacado Rius, pero todavía no se han hecho controles de acidez y graduación y "pueden pasar muchas cosas antes de empezar a vendimiar". En las dos o tres semanas que quedan y que son claves para los resultados finales, la viña quiere temperaturas que no excedan los 30-35 grados.
"Si se mantiene un calor de cerca de 40 grados, madura demasiado deprisa, la graduación alcohólica sube y la uva tiene más azúcares pero las acideces bajan en picado", ha explicado Rius. "El escenario ideal es que se mantenga el equilibrio entre madurez, acidez y graduación y es bastante arriesgado adelantarnos en este sentido", ha añadido. Los viticultores celebran todas las ayudas que se han puesto en marcha para contrarrestar los daños del mildiu o del impacto de la covid y es que la campaña de vendimia será complicada también en la producción y comercialización. "Este año es muy atípico porque a causa de la covid-19 hay mucha incertidumbre sobre el futuro del sector y el Departamento y las administraciones han sacado ayudas para paliarlo", como son la vendimia en verde pero también las ayudas para el almacenamiento y destilación.
Y es que hay bodegas con un gran volumen de vino, tanto a granel como en botellas, porque el sector de la restauración, los bares y la hostelería han estado meses cerrados pero ahora las ventas "también están siendo muy limitadas" y tiran del stock que tenían. "No se tiene claro qué volumen de vino necesitarán las bodegas de la Terra Alta para hacer frente a sus demandas. La incertidumbre es muy grande, hace mucho tiempo que dura y no sabemos cuánto más durará", ha lamentado el secretario del CR.
La tercera DO para los consumidores La Denominación de Origen Terra Alta ha mantenido la tercera posición en el ranking de preferencias del consumidor entre los vinos de las denominaciones de origen catalanas, y es la DO catalana que más se vende fuera de Cataluña, con un porcentaje de cuota de mercado del 3,10%, muy por encima del resto de las DO catalanas.
Son datos del último estudio Nielsen de 2019, encargado por el INCAVI. La DO Terra Alta mantiene una cuota del 5,5% en la venta de vino en el mercado catalán, tanto en alimentación como en hostelería, y del 7,1% en canales de alimentación. Dentro del canal Horeca ha aumentado la cuota hasta el 3,2. "Hace tiempo que trabajamos para que la DO Terra Alta y la garnacha blanca, su variedad más emblemática, entren en el imaginario colectivo del consumidor, que nos tengan en cuenta a la hora de elegir un vino, una copa. Desde hace dos años, trabajamos para dar valor añadido y que el consumidor, no sólo nos perciba, sino que dé notoriedad a la marca y se modifique la percepción que tiene hacia nuestra casa", ha señalado Rius.
"Los datos Nielsen lo reflejan. Es muy ilustrativo que la gente confíe, y lo haga cada vez más, en los vinos que se hacen en las bodegas de la Terra Alta, y es gracias a la profesionalidad de los viticultores que dan unos vinos tan espectaculares", ha destacado.
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