El pasado mes de junio hizo un año que tomó posesión como alcalde de La Ràpita, por segunda vez. ¿Cómo valora este primer año de mandato por mayoría absoluta? Creo que lo definiría como un año convulso, atípico e inesperado. Si alguien nos hubiera dicho hace un año que viviríamos todo lo que nos ha pasado, probablemente, no nos lo creeríamos. Iniciábamos el mandato con toda la ilusión y las ganas de acabar actuaciones en marcha y con el objetivo de poner en marcha nuevos proyectos de futuro para nuestra gente y para nuestro pueblo; y, de repente, veíamos cómo las desgracias se acumulaban. Un temporal Gloria destrozaba nuestro Trabucador y, sobre todo, la pandemia del coronavirus ponía a prueba a nuestra gente... Las consecuencias de la Covid-19 en la salud y la economía de nuestra gente son ahora la prioridad.
Lamentablemente, desde hace unos meses, la vida política, económica y social del municipio gira en torno a la Covid-19. ¿Cómo estáis gestionando la crisis sanitaria desde el Ayuntamiento? La gestión de la crisis sanitaria está en manos de los excelentes profesionales con los que cuenta la sanidad pública y, desde el Ayuntamiento, procuramos ayudarles con aquello que nos piden para facilitarles la atención a nuestra gente. Así, por ejemplo, hemos puesto a su disposición el Casal de la Gent Gran para llevar a cabo la campaña contra la gripe, que se ha iniciado hace unos días.
Al mismo tiempo, como que la crisis sanitaria viene acompañada de una crisis social y económica, desde el primer día, nuestra gestión se ha centrado en la atención y el servicio a las personas. Por un lado, las más vulnerables, con la creación de una red de voluntariado para atender sus necesidades y ayudas directas para la compra de comida fresca en el Mercado municipal. Por otro, también hemos implementado medidas de tipo fiscal y económico para los sectores comercial, restauración, hostelería, que han sufrido y sufren mucho las medidas de contingencia de esta pandemia.
¿Qué afectación ha tenido la Covid-19 en La Ràpita desde el inicio de la pandemia?La primera ola de la pandemia la afectación sanitaria en nuestro pueblo se mantuvo estable. Ahora bien, esta segunda ola que estamos viviendo la situación es bastante más crítica, por eso es necesario que extrememos las medidas de protección. Las últimas cifras de afectación de la Covid19 nos preocupan y nos ocupan. Sabemos que las medidas son extraordinarias y que afectan notablemente a la economía de varios sectores relevantes de nuestro pueblo, pero tenemos que seguir haciendo esfuerzos individuales para conseguir el bien colectivo. Sólo así conseguiremos reducir la curva en crecimiento de contagios y podremos ir retornando a una 'nueva normalidad'.
Recientemente hemos conocido un brote en la residencia Vima. Como Ayuntamiento, ¿cuál es vuestro papel ante una situación así? Precisamente, este brote en la residencia de la gente mayor de Vima, es uno de los datos más preocupantes de la afectación de la Covid19 estos últimos días. En este caso, el papel del Ayuntamiento no es otro que estar, como es evidente, al lado de nuestra gente, de los residentes y sus familias y de todos los profesionales del centro. De hecho, la profesionalidad de la gente de Vima, con la colaboración del personal de atención primaria de La Ràpita, ha permitido que la detección del brote haya sido rápida y, por lo tanto, las medidas implementadas inmediatamente. Por eso, si bien las cifras son altas: 50 residentes y 14 profesionales positivos, estoy convencido de que podremos hacer frente a la situación con las mejores condiciones posibles.
¿Qué ha sido lo más complicado de toda esta gestión? Sinceramente, la situación de pandemia que nos toca gestionar. Los días son complicados, los vivo en preocupación y angustia e, incluso, algún día superado porque los datos no bajan. La afectación a la salud de las personas es brutal y, por lo tanto, el objetivo es evitar al máximo el contagio y la expansión, por eso, centramos esfuerzos en el cumplimiento de las medidas establecidas por las autoridades sanitarias. Por otro lado, las consecuencias económicas son gravísimas para mucha gente de nuestro pueblo y centramos la gestión para establecer medidas que alivien un poco la situación, pero viendo que habrá que sacar dinero de debajo las piedras y esto sabemos que es muy complicado poderlo hacer...
¿Creéis que, en general, los rapitenses y rapitencas están cumpliendo con las medidas que se les piden? La gente de la Ràpita, en general, cumplimos las medidas de protección establecidas y confío en que seguimos en la línea iniciada desde el inicio de la pandemia y que todo el mundo a una superamos esta grave crisis que nos ha tocado vivir. Con todo, como en todas partes, siempre hay excepciones y personas menos responsables que se las saltan; no obstante, creo que los rapitenses y rapitencas tenemos muy claro, desde siempre, que sólo si vamos a una somos fuertes y somos capaces de conseguir todo aquello que queramos, por eso, ahora que tenemos que ir más a una que nunca, lo haremos y lo superaremos.
Una de las medidas que habéis tomado como Ayuntamiento ante la crisis generada por la pandemia es otorgar subvenciones directas para los comercios, empresas, pymes y autónomos del municipio para reactivar el comercio local. ¿Cómo está el comercio local ahora mismo? En estos momentos, la situación es crítica para muchos autónomos y pequeños empresarios y el comercio rapitense no se escapa, pero tenemos una ventaja y es que los comerciantes rapitenses son muy conscientes y trabajan a una para no tener que cerrar persianas. Ellos hacen el esfuerzo, por lo tanto, desde el Ayuntamiento evidentemente tenemos que ayudarles, tanto en las ayudas directas como en rebajas o exenciones fiscales, como en campañas de promoción para que los rapitenses y rapitencas compremos en casa, hagamos pueblo, y nos ayudemos unos a los otros.
Un sector que parece que ha funcionado bien este verano es el turismo, con un 90% de ocupación. ¿Qué valoración hacéis de esta temporada? La valoración de la campaña turística de verano no puede ser más que positiva, teniendo en cuenta que veníamos de una situación muy complicada después del confinamiento y la pérdida de la semana de Pascua, que en la Ràpita siempre es provechosa. Por lo tanto, las cifras de ocupación de los meses de julio y, sobre todo, agosto han permitido al sector hacer más soportable esta crisis. Un ligero respiro que desgraciadamente ha durado poco, porque tienen que afrontar de nuevo meses complicados.
Además, aparte de las restricciones ocasionadas por la Covid-19, este año también estaba el problema de la barra del trabucador dañada por el temporal Gloria. ¿En qué punto están los trabajos de recuperación de este espacio natural extraordinario de nuestra casa? Sí. Parece que las desgracias no vienen nunca todas solas y este 2020 es un ejemplo. La afectación a la barra del Trabucador fue desastrosa: la perdimos totalmente y los trabajos que se han hecho son de emergencia, difícilmente podrá aguantar próximos temporales. Necesitamos actuaciones estructurales que permitan mantener la supervivencia del Delta y la viabilidad medioambiental, económica y social de nuestro territorio. Es necesario que tanto el Estado como la Generalitat mantengan su compromiso y vayan implementando las acciones propuestas y consensuadas en el Plan Delta. Necesitamos con urgencia actuaciones a corto y medio plazo como aportaciones de arenas, camino de guarda, y otras que reclamamos desde la Mesa del Consenso del Delta. Esperamos que el compromiso la pasada semana del Parlamento de actuar en el Delta del Ebro se haga realidad en el menor tiempo posible.
¿Cuáles son los proyectos prioritarios ahora mismo en el municipio? Evidentemente la crisis de la Covid19 lo marca todo, pero confío en que podamos alcanzar algunos de los grandes proyectos de la legislatura. De hecho, los primeros meses fueron fructíferos y pudimos llevar a cabo algunas actuaciones, como ahora el derribo de las casas de la calle Constancia, el asfaltado de muchas calles o la mejora de la red de abastecimiento del Mollet y, uno muy destacado, como el nuevo Instituto de Estudios Profesionales Acuícolas y Medioambientales de Cataluña, que ya inició el curso. Y, evidentemente, seguimos trabajando para superar los obstáculos y empezamos a hacer realidad proyectos que refuerzan la economía y bienestar de la gente del pueblo, ahora más necesarios que nunca, como la remodelación de la piscina, ya proyectada, el pabellón municipal náutico o el Centro de Economía Azul en el edificio de las Aduanas, para destacar algunos.
Para acabar, como alcalde, ¿qué mensaje daría a los rapitenses y rapitencas en este momento? Estamos viviendo momentos complicados y no podemos saber cuál es el futuro de la Ràpita, pero sí que estoy convencido de una cosa: la gente de la Ràpita hemos demostrado, muchas veces, que estamos capacitados, somos fuertes, trabajadores y optimistas. Las personas que conformamos el gobierno municipal estamos trabajando y como siempre estamos al servicio de los rapitenses y rapitencas y a su disposición para todo aquello que podamos hacer. Eso sí, habrá que hacerlo juntos, brazo a brazo, porque sólo si vamos todo el mundo a una conseguiremos los objetivos que nos marquemos. Confío en que, como hemos hecho desde el inicio de la pandemia, sigamos cuidándonos individualmente para cuidarnos colectivamente, sigamos las medidas de protección, sólo así seremos capaces de detener la expansión de la Covid19 y afrontar el futuro en garantías.