El bar La Plaça, situado en Godall, quedó completamente inundado este domingo por la noche debido a la fuerza del agua, mientras había una decena de clientes dentro. La riada obligó a los presentes a improvisar una vía de evacuación: hicieron un agujero con un extintor en una pared que da a la casa de al lado y, desde allí, subieron las escaleras hasta el piso superior para salvarse.
La propietaria del bar, Blanca Ballester, ha relatado a 3CatInfo el impacto de la inundación: "Fue catastrófico, pero no tenemos que lamentar vidas humanas", explicaba, añadiendo que el agua le llegaba por la cintura mientras intentaba proteger a los clientes.
Ballester, que lleva solo nueve meses al frente del bar, ha detallado las pérdidas materiales ocasionadas por el temporal: "Hace nueve meses que llevo el bar y lo he perdido todo, incluso vi cómo salía por la puerta la bolsa del dinero", ha relatado a este medio, mostrándose consternada por el daño sufrido en tan poco tiempo de funcionamiento.
El suceso ha puesto de manifiesto la violencia de las riadas en la zona y la necesidad de adoptar medidas de seguridad en establecimientos públicos situados en zonas de riesgo. Los clientes del bar, afortunadamente, pudieron escapar sin lesiones graves gracias a la rápida reacción y la improvisación ante la situación extrema.
En Godall, el panorama ayer fue dramático: bajos completamente anegados, vehículos destrozados y numerosas afectaciones en todo el pueblo. Los Bomberos recibieron más de 170 avisos solo entre las 17:30 h y las 20:00 h, la gran mayoría en el Montsià, por rescates de personas atrapadas en vehículos e inundaciones en viviendas.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha pedido “máxima precaución y responsabilidad” ante un episodio que ya se ha convertido en uno de los más intensos de los últimos años en las Terres de l’Ebre.