Nos desplazamos hasta la sede del IDECE, el Institut per al Desenvolupament de les Comarques de l’Ebre, para conocer mejor a su directora, Bibiana Porres (Sant Jaume d’Enveja, 1980). Con ella hablaremos de la navegación fluvial, la reintroducción de especies, el mantenimiento del río y de proyectos de futuro.
¿Cómo se llega hasta aquí? ¿Ha influido su experiencia previa en la Administración pública?
Entré en política en 2007, cuando me propusieron formar parte de la lista electoral de Sant Jaume d’Enveja, que estaba encabezada por Càstor Gonell. Mi padre ya había sido alcalde de Sant Jaume y ya sabía más o menos en qué me metía y yo quería trabajar para el pueblo. Poco a poco me fui implicando más en la vida del partido y cuando Salvador Illa fue designado como primer secretario del PSC, me incorporé a la ejecutiva nacional y me pidieron que fuera la secretaria de coordinación supramunicipal de los consejos comarcales y también con las EMD’s. Y en el último congreso del PSC cogí la tarea de secretaria de implantación del PSC, siendo la primera mujer y que no fuera del área metropolitana, coordinando esta área. Todo esto me ha ayudado a la hora de llegar al IDECE porque llegas a la Administración y es como si subieras a un tren que está en funcionamiento y, por lo tanto, si no tienes bagaje, es más difícil poder coger el ritmo. Y haber pasado por el mundo municipal también te da una visión que desde fuera no la tienes y te ayuda a pensar las respuestas y a ponerte en el lugar del otro y tener una visión más humana de la política.
¿Ha cambiado su percepción del IDECE de cuando era una ciudadana a conocer su funcionamiento desde dentro, como directora? ¿En qué sentido?
El IDECE es el gran desconocido de las Terres de l'Ebre y la gente que lo conoce, solo lo asocia a la navegabilidad del río. Es la parte más importante, que se lleva el 40% del presupuesto, pero también hacemos otras cosas como redactar estudios, proyectos... y colaborando en promociones de productos locales, ferias, la fundación de la URV o el COPATE. Queremos que la gente de fuera también nos conozca, no solo en el territorio.
¿Cómo se estructura exactamente el IDECE? ¿Es difícil poder tomar decisiones? ¿Podría mejorar su funcionamiento?
Orgánicamente dependemos del departamento de Empresa y Trabajo, pero somos un organismo autónomo y tenemos presupuesto y personal propio. Tenemos que tener contacto con la gente de la consejería, pero tenemos suficiente margen de decisión. No es difícil tomarlas, pero, a veces, tienes que decir que no a muchos proyectos porque no encajan propiamente con nuestras líneas de actuación. También tenemos otros organismos dentro del IDECE como el Consejo Rector, presidido por el consejero de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, que es donde se exponen las líneas de trabajo. Y el CESTE que es un órgano de debate sobre temáticas de interés para el territorio. El IDECE es bastante ágil, pero no podemos saltarnos los plazos de contratación y hay proyectos que queríamos hacer y no se han acabado haciendo por otras problemáticas, como en el caso de los embarcaderos, que no pudimos actuar porque había un caudal muy alto
¿Qué actividades se están llevando a cabo para potenciar la marca de Reserva de la Biosfera?
En este caso, el IDECE forma parte de la marca de la Reserva de la Biosfera, pero los responsables de la difusión y de las actividades son el COPATE. Hacemos una subvención para el COPATE de 50.000€ para proyectos diversos del ámbito turístico y promoción de los productos.
¿Y desde el Life MigratoEbre, cuál ha sido la última acción que han realizado?
Es un programa europeo que pretende recuperar las especies migratorias que había en el río Ebro. Algunas han continuado existiendo, pero otras han desaparecido y, ahora, las estamos reintroduciendo. Este es el caso de los esturiones, y la parte más importante del proyecto era la construcción de la rampa de peces en el Azud de Xerta, que está funcionando correctamente. Cuando construyeron el azud en el siglo XV los peces migratorios no podían remontar río arriba y muchas especies desaparecieron. Ahora se ha adaptado la rampa y está funcionando. El programa de reintroducción del esturión lo está llevando a cabo la Universidad de Vic y es un programa muy interesante porque lo hacen en Francia y en otros ríos europeos, pero hasta dentro de 30 o 40 años no se sabrá si el proyecto ha sido exitoso. Los esturiones, antes, estaban documentados hasta Reinosa y en 1970 se capturó el último ejemplar que quedaba. Este año haremos la tercera suelta de esturiones en el río, ahora en diciembre. Son cerca de una cincuentena de esturiones venidos de Francia que se llevan al centro de recuperación del IRTA en La Ràpita para que se recuperen del viaje y, después, se les instalan unos chips de seguimiento emisores y también un indicador visible por si acaso alguien se encuentra alguno (vivo o muerto) y llama al centro para informar de la localización de este. El IDECE obsequia a aquellos ciudadanos que llamen dando la información. Además, pero, durante un año, se puede monitorizar el pez gracias al chip y, por lo tanto, se está comprobando que la mayor parte de ellos vuelven al mar y que se están adaptando correctamente.
Se ha comentado en los medios que el IDECE ha aumentado su presencia en sectores como el CESTE. ¿A qué se debe este hecho?
Cuando entré en el IDECE, el conseller me encargó que reactiváramos el CESTE porque era una de las quejas que hubo en el consejo rector. Entonces, el presidente del CESTE, Josep Ma Franquet, y yo decidimos que se harían las funciones encomendadas por los estatutos y una calendarización de hacer tres reuniones al año, presididas por la permanente. En 2025 hemos hecho dos del CESTE y tres de la permanente y hemos tratado temas como: las Obras del nuevo hospital, el Plan de Protección del Delta y las obras de la C-12, el proyecto de la central reversible, el molino del Assut de Xerta y del Canal Xerta-Sènia. Representa el tejido social y económico de las Terres de l'Ebre y una oportunidad de darlo a conocer al sector empresarial, pescadores, agricultores... de nuestras tierras. Se aprobaron dos propuestas de resolución de apoyo a la candidatura de la Gigafactoría de Móra la Nova y otro para la construcción del nuevo hospital de las Terres de l'Ebre.
¿Y cómo está el proyecto de rehabilitación del Molino Harinero del siglo XVI del Azud de Xerta-Tivenys?
La rampa de peces pasa por el lado del molino y se hizo un proyecto para poder restaurarlo a través del Ayuntamiento de Xerta porque es de los pocos edificios industriales de la época del Renacimiento que quedan enteros y se querría poder explotar también turísticamente.
Siempre se habla de la problemática de la navegabilidad en el río Ebro. ¿Sigue siendo una prioridad para ustedes? ¿Cómo está avanzando el tema de la construcción de los canales navegables?
El río Ebro es navegable desde Ascó hasta la Desembocadura. El IDECE mantiene la vía navegable entre Ascó y Amposta entre Semana Santa y el 1 de noviembre. Los patrones de la empresa marcan los canales donde hay más caudal para las embarcaciones de motor y el mantenimiento de la esclusa del Azud. Ahora estamos mirando cuál es la mejor opción para salvar el azud de la nuclear de Ascó en los próximos años y que las embarcaciones puedan subir más arriba. Y a más largo plazo, plantear también lo mismo en la esclusa de Flix. Tenemos un gran potencial en la vía navegable y estamos recogiendo los datos de 2025 y las empresas que operan en el río creen que serán superiores a las de 2024 y, cada año, vamos aumentando de usuarios. Muchos de ellos, sin embargo, son de kayaks o piragua. Creemos que el valor patrimonial de los pueblos bañados por el río se puede explotar turísticamente y lo estamos trabajando con la Dirección General de Turismo para potenciar la navegabilidad del río y vincularla a las Vías Verdes. Queremos hacer un proyecto que concrete un calendario, actuaciones que hacen falta y que sea una hoja de ruta a seguir venga quien venga después, tras de mí. Un proyecto sólido y consensuado con todo el territorio y que tenga continuidad. También hemos de inventariar los servicios que tienen en cada pueblo para que los usuarios del río sepan qué se pueden encontrar y seguimos el modelo fluvial francés de los canales. La vía navegable debe garantizar, como mínimo, los 80 cm de calado y cuando baja poca agua hay algunos puntos que son críticos.
¿Cómo funciona, actualmente, el mantenimiento del río que se realiza desde una empresa externa? ¿En qué tramos se actúa?
Tenemos contratada una empresa externa que gana un concurso público y se encargan de la limpieza de algas, macrófitos, miran que no haya ninguna incidencia u obstáculo para las embarcaciones y atienden las embarcaciones si ha pasado alguna emergencia. Solo cubrimos los tramos entre Ascó y Amposta y, ahora, estamos trabajando para que en el próximo contrato podamos llegar más abajo.
Se ha hablado sobre la presencia de las margas, un tipo de plantas invasoras. ¿Cómo se puede actuar para poner fin a esta problemática?
Normalmente, es responsabilidad del Parque Natural del Delta y es un tema muy complicado de gestionar y eliminar, como también nos pasa con la caña, que no es autóctona de aquí y es también muy resistente. En relación a las especies animales, en el caso del mejillón cebra, las embarcaciones deben cumplir con un protocolo de desinfección de los bajos para poder cruzar la esclusa con seguridad y obtener el certificado.
Lo dicen tanto en Amposta como en Tortosa: Volver a aprender a vivir de cara al río. ¿Es posible defender este modelo de turismo? ¿Cómo valoran los proyectos de las dos ciudades del barco de La Perla, el castillo y la EuroVelo (en el caso de Amposta) y de la zona de ocio, el nuevo embarcadero de Lo Sirgador y el carril bici de la Vía Verde (en el caso de Tortosa)?
Está muy bien que las dos ciudades se abran al río porque, durante muchos años el río era una vía muy importante de comunicación entre los pueblos de les Terres de l'Ebre y los sirgadores tenían un papel fundamental en el transporte de las mercancías. Al final, se fue abandonando y, ahora, ha habido un cambio de mentalidad y esto es muy positivo y siempre es un atractivo más que debemos aprovechar y promocionar. Los proyectos nos encajan perfectamente con los objetivos de la IDECE.
Para los turistas, quizás el último tramo del Ebro, el del Delta, es el más desconocido. ¿Nos puede ofrecer alguna posibilidad de promoción turística?
El último tramo del río es desconocido para algunos turistas, pero, entre Sant Jaume, Deltebre y la Desembocadura se ofrecen muchas actividades turísticas y un estilo de navegación diferente. También hay muchas ofertas deportivas con la práctica del remo, por ejemplo. Es una oportunidad que se debe potenciar y saber combinar también con la buena oferta gastronómica.
¿Existe potencial de turismo deportivo o de ocio recreativo en el río y en el Delta? ¿Y cómo se gestiona para que este sea sostenible ante las problemáticas con los cruceros de gasoil o las motos de agua?
La Perla es la única embarcación ecológica que encontramos en el río, ahora mismo. Poco a poco se tendrá que ir haciendo esta transición ecológica en los barcos de gasoil, cuando se tengan que renovar las flotas. El IDECE no tiene competencias para regularlo, pero el Parque Natural lo está trabajando para poder establecer unas zonas delimitadas para cada tipo de embarcaciones.
Por último, ¿cuál es el proyecto más importante que quiere realizar durante su mandato? ¿Y cuál ha sido la decisión más complicada que ha tenido que tomar?
El proyecto más importante es el que hemos comentado de la promoción turística del río vinculada a las vías verdes y que abarca las cuatro comarcas e implica a muchos actores de las Terres de l’Ebre. También ayudaría a llevar turismo a pueblos del interior gracias al río o a las vías verdes. Y, en cuanto a la decisión complicada, me quedo con estos embarcaderos de 2025 que no se han podido construir, como en el caso de Xerta, y que por el aumento del caudal del río no se pudo hacer. Esperamos que el año que viene sí se puedan hacer.
Próximamente se entregarán los premios IDECE, ¿verdad?
Sí, el 19 de diciembre haremos la entrega de los Premios IDECE que llevamos muchos años haciendo y que pretende fomentar el talento joven premiando Trabajos de Investigación de los institutos ebrenses. Un jurado los valora y después tienen una dotación económica los que son galardonados. Deben hablar de temáticas vinculadas a las Terres de l’Ebre.