El Ayuntamiento de Roquetes (Baix Ebre) ha tenido que abrir la calle Sant Fermí para cambiar todo el alcantarillado, "una obra imprevista" que se ha tenido que asumir por el atasco y el colapso que provocan en las tuberías las toallitas húmedas que el vecindario tira a los lavabos, de forma inadecuada.
El alcalde Ivan Garcia ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que este producto se deposite en las papeleras y se haga un uso responsable. "Se generan muchos atascos en el alcantarillado de la ciudad con gastos innecesarios", ha insistido a través de las redes sociales.
El consistorio también repara la calle Pallarès, donde se había hundido la tubería "que era muy antigua", y producía muchos problemas en el sistema de alcantarillado y de distribución del agua potable.