Flix, en la comarca de la Ribera d'Ebre, es un municipio activo, vital y entusiasta, que en los últimos años se ha visto sacudido por dos circunstancias excepcionales: la contaminación de su pantano y todas las tareas que han sido necesarias para recuperarlo, y un incendio espeluznante que afectó a gran parte de su término. La pandemia la han vivido de una forma muy activa y decidida para salir adelante. El alcalde de Flix, Francesc Barbero Escrivà explica en esta entrevista, en qué punto se encuentran y cuáles son sus expectativas de futuro.
Hemos superado ya la mitad del mandato, que ha estado marcado por la pandemia de la Covid-19. ¿Cómo valora estos dos años al frente del Ayuntamiento de Flix?
Han sido dos años muy intensos para los cargos públicos que hemos tenido la responsabilidad de gestionar la Covid y sus efectos. Además, a la intensidad de este último año, debemos añadir que hacía apenas 10 días que había comenzado el mandato cuando se declaró el incendio de la Ribera d'Ebre de 2019, un 70% del cual afectó a superficie de Flix, concretamente 4.000 hectáreas de las 6.000 totales. Por lo tanto, comenzamos nuestra gestión en el Ayuntamiento de Flix con este gran impacto, nada más entrar. La pandemia comenzó en marzo de 2020, pero nosotros ya hacía meses que vivíamos el día a día con una actividad intensa, primero gestionando el incendio y sus consecuencias, así como las ayudas para la reactivación económica de la zona en recuperación.
Así pues, hay que entender que la sacudida económica en Flix ha sido importante. ¿Cuál es hoy la situación del Ayuntamiento y de los habitantes de Flix?
Flix es un municipio que siempre ha vivido de la industria, más que de los sectores primarios o del turismo, que siguen siendo complementarios a la economía local. En el fondo, tanto el incendio como la Covid han venido a mostrar las consecuencias que causa la crisis industrial, que la economía local de Flix arrastra desde los años 90.
En 2017, Ercross, el principal empleador de la población, cerró una de las líneas que mantenía en Flix. Desde entonces, el sentir del pueblo es recuperarse de ese golpe. Y aun así, los sectores económicos que siguen aguantando a la población siguen siendo la industria y la nuclear de Ascó, de la que estamos a sólo 3 km. Estos sectores siempre han sido muy estables y han esquivado bastante bien la crisis de la pandemia. A pesar de ello, mantenemos la tónica de descenso sostenido que es la que nos ocupa más tiempo y la que más trabajo nos da para revertirla.
¿Qué medidas se han planteado desde el Ayuntamiento para reactivar la economía de Flix?
Tenemos varios frentes abiertos. Por un lado, estamos trabajando con el gobierno de la Generalitat en una mesa que ya ha obtenido los primeros frutos, algunos de los cuales son bonificaciones fiscales y la Declaración de Interés General para la reindustrialización de Flix. La línea de fosfatos que Ercross aún tiene en Flix se ha podido mantener gracias a exenciones fiscales de la Generalitat.
También tenemos sobre la mesa una serie de prospecciones de captación de nuevas inversiones, de las que esperamos tener algún anuncio positivo muy pronto.
Por otro lado, de la mano del Consell Comarcal y de otros agentes económicos supramunicipales, estamos trabajando muy intensamente en temas de turismo y de la nueva industria que en Flix ha ido ganando peso en los últimos años, revolucionando unas actividades que han pasado de ser casi inexistentes a complementarias, con la extensión de los regadíos, la inclusión de muchos paquetes turísticos que están propiciando que se hayan establecido nuevas actividades económicas en torno a establecimientos hoteleros, de la restauración y de la Reserva Natural de Sebes. Todo ello tiene un impacto importante en número de visitas durante todo el año y, por lo tanto, continuaremos trabajando en estas líneas, sin perder de vista las principales acciones encaminadas a la reindustrialización, porque en Flix tenemos vocación industrial y la queremos mantener.
En el presupuesto de este año de la Generalitat de Catalunya hay unos 400 millones de euros destinados a la descontaminación del pantano de Flix. ¿Qué nos puede explicar?
Este año finalizan los trabajos de descontaminación del pantano de Flix. Es un asunto que lleva casi 15 años arrastrándose, cuando en 2004-2005 se publicó el estudio que destapaba el caso. Las partidas presupuestarias son para las obras de desmantelamiento y sellado de toda la actuación. Han sido años de trabajos complicados, con casos de corrupción de las constructoras que participaban, que no detuvieron la obra, etc. Todo un serial. Ahora, al fin, los informes de los científicos de los operadores de la Cuenca Hidrográfica y la Agencia Catalana del Agua, son favorables. Sólo estamos esperando que la Audiencia Nacional dé el permiso para ejecutar las partidas que faltan para cerrar la obra y desmontar la barrera hidráulica que se construyó en el río, que aísla la bolsa de contaminación mientras se trabajaba para dar seguridad a los suministros de agua del río, más abajo. Con el desmontaje pondremos punto y final a este episodio y a cero el contador ambiental de Flix. Este es un punto importante en la estrategia de reorientación de la industria y la actividad local y, además, quitar esta infraestructura también es un alivio colectivo.
¿Cómo valora que la Agencia Catalana del Agua, la Confederación Hidrográfica del Ebro y el Grupo de Natura Freixe hayan llegado a un acuerdo para conservar los ecosistemas fluviales de las reservas de Sebes y los meandros de Flix y Riba-roja d'Ebre?
Pues muy positivamente porque quiere decir que, de ser un lugar donde teníamos problemas ambientales con una solución nada fácil, pasamos a ser un ejemplo de colaboración entre la Administración de la Generalitat y una ONG local, como es el Grupo de Natura Freixe, que gestiona todo este tramo de río Ebro y las zonas de humedales, que son una de las principales zonas de migración de aves entre el interior de la península y el Delta del Ebro. Ahora pasamos de ser una zona marcada con negro a una zona marcada con verde. Esto es un valor añadido para Flix y el conjunto de la comarca, con la voluntad de restablecer los equilibrios medioambientales y hacer compatible la actividad humana con la de la naturaleza y la biodiversidad.
El mes de junio se hizo una reestructuración de concejalías y se creó la concejalía de reciclaje y reutilización. ¿Cómo están funcionando estos cambios?
Bien, decidimos impulsar este cambio segregando las competencias que había en este ámbito, dos concejalías que eran Transición Ecológica y Medio Ambiente y la de Servicios Públicos, para flotabilizarlas en un proyecto ambicioso consistente en introducir el puerta a puerta en el municipio. De cara a primeros del año que viene queremos eliminar todos los contenedores de Flix y pasar a la recogida puerta a puerta. De aquí a pocas semanas comenzaremos las sesiones informativas a la población y haremos todo el despliegue logístico que requiere un cambio como éste. Todos los modelos apuntan a que el puerta a puerta, en un municipio de las dimensiones de Flix, que tiene 3.500 habitantes, se puede hacer con ciertas garantías. De hecho, lo están haciendo la mayoría de municipios del Consorcio de la Ribera, la Terra Alta y el Priorat. Flix es el municipio más grande del Consorcio, pero estamos convencidos de que era necesaria una concejalía específica para gestionar un cambio tan ambicioso.
¿Qué otros proyectos tienen previstos como prioritarios en esta segunda parte del mandato?
Estamos a punto de licitar un espacio cultural polivalente cubierto que haremos en las instalaciones del Sindicat Vell. Será bueno para apuntalar uno de los sectores al que quizás no se presta suficiente atención, que es el ocio. Al final, para desarrollar su proyecto de vida en uno u otro lugar, las personas se miran las comunicaciones, las telecomunicaciones, las ofertas laborales, pero el ocio y la cultura también juegan un papel muy importante. Estoy convencido de que una de las cosas que debemos hacer los municipios es competir con el ocio y con otras alternativas para todos, porque acceder a esta oferta es muy fácil en las ciudades y los pueblos debemos poder contrarrestarlo. Este espacio polivalente servirá para cubrir carencias en este campo.
Otro proyecto importante es que seguiremos impulsando nuestra agenda climática. Tenemos varias instalaciones de autoconsumo compartido programadas y proyectadas. Uno de nuestros caballos de batalla hasta el final del mandato es impulsar estos proyectos de autoconsumo compartido. La ecología tiene mucha importancia para nosotros.
¿Y en cuanto a la reactivación y fomento cultural?
Empezamos a recuperar la agenda, aunque no hemos dejado de hacer actividades adaptadas durante toda la pandemia, precisamente para no tener que partir de cero cuando llegara el momento de la reanudación. Tenemos una agenda completa, procurando la máxima normalidad pero atendiendo las recomendaciones sanitarias, de aquí hasta finales de año, con las actividades de Navidad y Reyes. Es uno de los compromisos más importantes que tenemos las administraciones locales, éste de revivir la actividad cultural, popular y de las asociaciones que fomentaban la participación. En este sentido, quiero animar a todo el mundo a sumarse a la reanudación. Esto es muy importante. Con todas las medidas y precauciones que sean necesarias, pero que económica, cultural y socialmente nos impulsemos y nos tomemos muy en serio la recuperación, y si puede ser con un poco de visión ecologista, mejor que mejor.