Desarticulada una organización internacional de tráfico de drogas en el Ebro

30 de abril de 2020 a las 11:44h

Agentes de la Policía de la Generalitat-Mossos d'Esquadra de la División de Investigación Criminal (DIC), junto con efectivos de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, han desarticulado una organización criminal de alcance internacional dedicada al tráfico de hachís.

La investigación comenzó a mediados de diciembre del año 2018 cuando se tuvo conocimiento de que una organización criminal dedicada al tráfico de drogas intentaba establecer contactos con personas que tuvieran la capacidad y la experiencia para llevar a cabo un transporte de una gran cantidad de hachís desde las proximidades de las costas marroquíes hasta el Delta del Ebro.

Las primeras indagaciones policiales condujeron a un hombre residente en Tortosa, que tenía la experiencia y los medios necesarios para llevar a cabo una transacción de este tipo.

Primera fase de la investigación

La organización tenía una gran preparación logística y capacidad para utilizar diversos transportes marítimos. En este sentido, la investigación ha puesto de relieve que habían planificado desde rescates en alta mar para envíos de cocaína transportados en mercantes a transportes transoceánicos desde América del Sur con veleros con capacidad para alojar cientos de kilos de cocaína. También podían llevar toneladas de hachís en barcos de carga, pesqueros, lanchas semirrígidas o veleros. Finalmente, el sistema elegido fue el transporte en veleros, que se lograron interceptar hasta en dos ocasiones.

Como suele ocurrir en las transacciones a gran escala vinculadas al narcotráfico, hubo una serie de incidencias que hicieron demorar en el tiempo los transportes: la situación de tensión que se vivía en Marruecos relacionada con operaciones antidroga, que desaconsejaba intentar cualquier transporte, o la presencia de barcos de guerra de países de la Unión Europea que realizaban maniobras en la zona.

Este retraso en el transporte lo aprovecharon los investigadores para identificar a varios miembros de la organización que preparaban un envío con un velero de unos diecinueve metros. Los investigados tenían diversas funciones: contratación de la tripulación, la elección de la embarcación y la persona que cerraba acuerdos para llevar a cabo la operación.

Los agentes pudieron averiguar que el primer transporte estaba previsto desde el Puerto de Valencia para el 10 de mayo de 2019 en la madrugada. El objetivo de los traficantes era llegar al Mar de Alborán para recibir la droga y entregarla posteriormente a Libia.

Tres días más tarde, por la tarde, dos patrulleras de Vigilancia Aduanera lograron interceptar el velero en un momento que estaba siendo crítico para la tripulación. La sobrecarga de droga, con cerca de seis toneladas de hachís, había puesto en serias dificultades a la embarcación, en riesgo de hundirse. Los tres fueron detenidos y el juzgado acordó su ingreso en prisión. El precio de la droga en el mercado ilícito habría tenido un valor cercano a los 35 millones de euros.

A pesar de que se había logrado abortar con éxito este primer envío, aún no se habían podido identificar a los principales integrantes de la organización y los agentes tenían constancia de que estaban preparando otros cargamentos.

Segunda fase de la investigación

En esta nueva fase, los agentes supieron que habían aparecido nuevos integrantes en la banda que, junto con los que ya estaban, planificaban un nuevo tránsito de hachís.

Los agentes supieron que el principal investigado, un hombre de nacionalidad marroquí establecido en Argentona, sería el encargado de coordinar las actuaciones en Marruecos. En este caso, se debía cargar la droga en una lancha en un punto de la costa, traspasarla a un velero y llevarla a Libia.

Una vez más, surgieron diversas complicaciones que retrasaron el transporte. Los investigados intentaron ejecutar sin éxito el envío hasta tres veces: la presión de las autoridades marroquíes, una avería y un temporal, pusieron de nuevo en dificultades el envío.

Finalmente, en la madrugada del 26 de marzo, lograron poner rumbo hacia Libia. Pocas horas después del trasvase, una patrullera de Vigilancia Aduanera logró abordar el velero, detuvo a los tres ocupantes y comprobó que transportaban 161 fardos que contenían 5.280 kg de hachís valorados en unos 31 millones de euros. Los detenidos, de nacionalidades tunecina, argelina y española, pasaron a disposición del juzgado de guardia de Cartagena que acordó su ingreso preventivo en prisión.

Poco tiempo después de finalizar el registro del velero, el equipo conjunto de investigación, en coordinación con el Juzgado Instructor y la Fiscalía, pusieron en marcha un amplio dispositivo diseñado por fases, con el objetivo de asegurar la detención del resto de investigados y asegurar las pruebas que se pudieran encontrar en diversos inmuebles.

Fase de explotación de la investigación

El final de la investigación perseguía un doble objetivo: por un lado, la detención de los investigados y la preservación de pruebas, y por otro, establecer criterios operativos de seguridad y salubridad en atención al estado de alarma decretado por la pandemia del COVID-19. Por este motivo, el dispositivo se llevó a cabo en cuatro fases:

-Fase 1: 27 de marzo: se realizaron seis entradas y registros, dos en Valencia y uno en Cabanes (Castellón), Cambrils, Rubí y Argentona, y se detuvieron a cuatro personas, una de Argelia, una española y dos de Marruecos, principales líderes de la organización. Los cuatro ingresaron en prisión.

-Fase 2: 8 de abril: se realizaron cuatro entradas y registros, en Sueca, Vinaròs, Alcanar y Tortosa, donde se detuvieron a cuatro personas. Además, se detuvieron a dos personas más en Menorca y Cambrils. Todos ingresaron en prisión excepto el detenido de Cambrils.

-Fase 3: 14 de abril: se realizaron siete entradas y registros, una en Valencia, una en l'Ametlla de Mar y cinco en Roquetes, y se arrestaron a cinco personas, una de las cuales ingresó en prisión.

-Fase 4: 21 de abril: se arrestaron a dos integrantes de la organización en Valencia y se escucharon en declaración a once personas como investigadas.

Fruto de la investigación también se ha podido implicar a varios de los integrantes de la organización en el delito de blanqueo de capitales.

En la fase de explotación de la investigación se han intervenido cuatro embarcaciones: un pesquero, un velero, un yate y una barca neumática, que los investigados habían comprado y equipado con cuatro motores de 300 caballos con el objetivo de hacer transportes de hachís y que ya tenían preparadas para traficar. También se intervinieron tres vehículos, dinero, droga, teléfonos móviles, dispositivos electrónicos y abundante documentación.

En la operación en su conjunto han participado las unidades regionales de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Cataluña, Valencia, Baleares, Murcia y Andalucía.