Satisfacción contenida entre las responsables de la Residencia de Ancianos de Amposta. Un mes después de la declaración del Estado de Alarma, este equipamiento municipal, donde viven más de 200 abuelas y abuelos, población de riesgo ante la pandemia de la covid19 no ha tenido ningún positivo por este virus. A pesar de mostrarse cautelosa por la evolución que pueda tener la pandemia las próximas semanas, la concejala de Salud y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Amposta, Susanna Sancho, valora positivamente esta noticia, destacando que "desde el primer momento, la residencia de ancianos de Amposta se ha adelantado a las medidas tomadas para evitar el contagio".
Así, tal y como explica la concejala, en el momento en que la Generalitat decreta la suspensión de la actividad educativa y el cierre de equipamientos, la residencia cierra el Centro de Día y envía a las familias a casa con el apoyo familiar y con Servicio de Atención Domiciliaria en algunos casos. Asimismo, se hace un comunicado a las familias para restringir las visitas externas, se reduce el tiempo de visita de los familiares y se limita el acceso a las zonas comunes. Días después, y antes de decretar el confinamiento por parte del Gobierno, se decide confinar a los abuelos y abuelas y suprimir del todo las visitas de familiares. Se controla el acceso y se pone en la puerta una mesa con solución alcohólica y cartel explicativo con la información necesaria para hacer una correcta higiene de manos.
La concejala también explica que se están siguiendo en todo momento los protocolos dictados por el Departamento de Salud y se están elaborando continuamente propios. Se ha elaborado un decálogo para las trabajadoras y trabajadores con instrucciones para acceder al centro y para salir y sobre medidas de higiene y seguridad, también se ha limitado el acceso de elementos de la calle a la residencia, que se deben dejar en las taquillas, y se toma la fiebre a las trabajadoras y trabajadores al entrar en la residencia, entre otras medidas entre los y las profesionales. En este sentido, la concejala destaca también la implicación y actitud de todo el equipo,
En cuanto a los usuarios, en un primer momento se restringe el acceso a la zona común y se separan por alas y por necesidades de atención. Posteriormente se confina a los usuarios en sus habitaciones, dejando salir a la zona común de cada ala sólo a las personas con trastorno cognitivo que no pueden permanecer en la habitación. En cuanto al personal de atención, se modifican los turnos y horarios de manera que cada ala tiene su equipo de atención y los equipos de las diferentes alas no interfieren entre ellos.
"La coordinación con Salud, que siempre ha sido buena con los profesionales sanitarios, se ha intensificado estos días, con un apoyo permanente del personal del CAP y del Hospital", señala Sancho, añadiendo que "en el momento en que Salud asume la competencia sobre las residencias de ancianos se revisan todos los protocolos y se categoriza la residencia como tipo B. Esta definición se basa en que la residencia de ancianos de Amposta está medicalizada ya que cuenta con responsable higiénico sanitaria y puede aislar dos habitaciones en caso de posible contagio", concluye.