Las perchas de la piscina municipal donde dejamos la mochila, colgamos la toalla o la chaqueta ahora son de plástico reciclado. Todo empezó cuando los ganchos de las perchas dejaron de fabricarse.
“Hacíamos las piezas de forma interna con una impresora 3D, pero el problema vino cuando el volumen de necesidad fue muy elevado”, explicaban desde la piscina, por lo cual decidieron pedir ayuda al FabLab de las Tierras del Ebro.
Allí, con plástico proveniente de los tapones de plástico reciclados que trae la ciudadanía, han diseñado una percha que, además de ser sostenible, reproduce el logotipo del equipamiento deportivo.
Las perchas están creadas con plástico de exclusión proveniente de estos tapones reciclados. El proceso para crear la pieza implica separar los tapones por colores y triturar el plástico. Posteriormente, se inicia el proceso de extrusión en caliente, con el cual el material se calienta y se inyecta de forma uniforme en los moldes de inyección de acero inoxidable, diseñados para la ocasión con la forma del logotipo de la piscina municipal.
Esta acción está alineada con diferentes ODS de la Agenda 2030 como el 9, el 11, el 12, el 13, el 14, el 15 o el 17.